Steven Dale Green, quien fue juzgado en un tribunal civil de Kentucky, se enfrentaba a una posible condena de pena de muerte, pero la incapacidad del jurado de alcanzar una decisión unánime al respecto convirtió la sentencia en cadena perpetua.
El ex soldado, suspendido del Ejército debido a un desorden de su personalidad, fue declarado culpable el pasado mayo de los 17 cargos de los que se le acusaba, que incluyen violación, asesinato y obstrucción a la Justicia.
Green, quien no tendrá opción de recurrir a ningún mecanismo para rebajar su condena, reconoció su culpa en una breve intervención.
“No voy a actuar como si lo que pasó estuviera bien. Fue algo demente. Pero no saben lo que pasó, no entienden nada”, dijo el acusado, de 24 años y natural de Texas.
El ex soldado también denunció la posibilidad de que su suspensión del Ejército le haya perjudicado en el proceso, puesto que, según dijo, los otros tres soldados condenados en el caso, que testificaron en su contra, han obtenido sentencias menores al ser juzgados en cortes militares.
Según la acusación, el delito fue planeado entre Green y otros soldados estadounidenses mientras jugaban a las cartas y bebían whisky en un puesto de control.