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Cádiz

Fermín Salvochea, a medio camino entre leyenda y realidad

Se cumplen 111 años desde la muerte del alcalde más popular de Cádiz y su nombre sigue vivo entre los gaditanos

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  • Ofrenda floral a la tumba de Fermín Salvochea.
  • Hoy se le hará la ya tradicional ofrenda floral en el cementerio de San José

Llovía a mares aquel 27 de septiembre de 1907. La ciudad amanecía como cualquier otro día, aunque con la tristeza de una pérdida. El alcalde de Cádiz dejaba un hueco en el corazón de muchos. Se cuenta que la muerte de Fermín Salvochea fue muy sentida y que a su entierro acudieron unas 50.000 personas a pesar de la gran tromba de agua que caía. Hasta aquí llega la leyenda de su figura, esa que sigue viva aún 111 años después de su fallecimiento. Pero, ¿qué saben realmente los gaditanos de este personaje?

“Cádiz no termina de saber quién fue Fermín Salvochea”

No cabe duda de que Salvochea es un ente inmortal. Resucita cada año por febrero en la letra de alguna agrupación y preside el despacho de alcaldía de nuestro Ayuntamiento desde hace tres años. Un nombre que resuena constantemente en nuestros oídos pero que se difumina conforme queremos ahondar en su papel histórico. “Fue un alcalde de Cádiz de izquierdas que se involucraba bastante por la ciudad”, dice un joven. “Hizo mucho por el pueblo y se esforzó por sus derechos”, apunta otro. “Era un referente y la gente le tenía mucho aprecio”, completa un tercero. La idea entre los jóvenes es generalizada. Entre la gente mayor, sin embargo, encontramos opiniones más dispares. “Yo no quiero saber nada de ese hombre”, comenta un señor en el mercado de abastos. “Lo primero que hizo el alcalde de Cádiz fue ponerle en la plaza de las Viudas una placa, los de Podemos, que son la izquierda pura... Y es lo mismo, porque Salvochea era un radical”, añade.

Mitos que se mezclan con la realidad y verdades que se pierden en el camino. “Creo que no hace falta que la gente lo conozca en profundidad, lo importante es que el pueblo, tantos años después de su muerte, tiene su nombre presente”. Habla Jesús Cañadas, autor de la novela ‘Las tres muertes de Fermín Salvochea’. El escritor se fijó en el personaje para su novela precisamente “porque seguía vivo en la ciudad”. Este libro acerca la figura del anarquista pero sin abandonar la leyenda, ya que no deja de ser una ficción. Aun así, es una forma más de mantenerle vivo.

Para aquellos rezagados de la historia, Salvochea fue un joven republicano federal que tomó las ideas internacionalistas y ateas, mientras estudiaba en Inglaterra, quedando marcado por las malas condiciones de trabajo de los obreros en aquellas ciudades industrializadas. El hecho de nacer en Cádiz hizo que, a su regreso, sus ideas tuvieran campo de experimento en episodios como la revolución de La Gloriosa -que acaba de cumplir 150 años-, donde fue uno de los líderes civiles. Su implicación en la misma, así como en posteriores episodios hizo que se ganara el favor de sus vecinos, que lo eligieron diputado poco después mientras estaba preso por las revueltas de diciembre del aquel 68. Con la instauración de la I República fue elegido alcalde e intentó llevar a la práctica las políticas de igualdad, fraternidad, educación laica, etc., y por supuesto el municipalismo. La República debía, según él, ser federalista y llevada al extremo, organizada desde abajo, desde las ciudades.

Con la proclamación del cantonalismo y la derrota frente al ejército unitario de la nación, acaba dicha experiencia. Otra vez es apresado y se termina instaurando en España la monarquía de Alfonso XII. Al tiempo huye de la cárcel y aprovecha una amnistía para volver. Con el paso del tiempo deja de lado las ideas republicanas para ser anarquista. De nuevo en Cádiz, a inicio de la década de los años 90 funda el periódico El Socialismo e impulsa el primer 1 de mayo en España. Molestaba bastante al poder y termina siendo apresado por encontrarse unos explosivos en la sede de su periódico. No pudo ser juzgado en Cádiz por el apoyo popular que tenía y es trasladado a Jerez. Son los años de persecución obrera con episodios como la Mano Negra, donde los caciques gobernantes inventaron todo tipo de pruebas para descabezar al incipiente movimiento obrero que tenía especial fuerza en nuestra provincia junto con Barcelona. De nuevo condenado y encarcelado. Se acoge finalmente una amnistía regresando a Cádiz donde fallece en 1907.

Mucha gente mantiene sus ideas, que no son otras las internacionalistas, pero lo desconocen  y se quedan en el mito. Muchos no se dan cuenta de que los problemas de hoy son los mismos que acuciaban a la gente de entonces, y que esos ideales son más necesarios que nunca, en una sociedad donde el neoliberalismo campa a sus anchas.

En definitiva, “Cádiz no termina de saber quién fue Fermín Salvochea”, tal y como indicaba Juan José Téllez hace un año en la celebración de la tradicional ofrenda floral que lleva a cabo la asociación de amigos de este alcalde. Hoy volverá a tener lugar dicho acto a partir de las 12:00 horas en el cementerio de San José. El próximo 4 de octubre a partir de las 19.00 horas y partiendo de la casa donde nació (Plaza Viudas, 32)  realizarán la ruta de Fermín que será explicada y guiada por socios de la asociación.

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