El Pleno de ayer tomo unos derroteros esperpénticos y surrealistas en algunos momentos del mismo.
Se mezclaron tintes políticos, con temas judiciales hasta personales, llegando a escucharse alguna descalificación o menosprecio.
Aunque el tono mantenido durante toda la sesión había sido duro y tenso, hasta el momento de ruegos y preguntas se había mantenido dentro de un orden.
Se empezó a enredar ya con la pregunta del portavoz Antonio Marín Lara, que realizó amparándose en la Ley de transparencia política sobre algunas dudas que tenía al respecto de determinados bienes del concejal Francisco Márquez y Álvaro Carreño. Además le pidió al representante de IU, la presentación del trabajo que tiene en el currículo vitae de experto en actividades físicas de turismo activo en la naturaleza por la Universidad de Granada.
Posteriormente Martín Guerrero representante de la Plataforma en contra del corte del Puente Nuevo planteó unas cuestiones sobre el cumplimiento de las acciones del equipo de gobierno al respecto de la estrategia sobre la movilidad sostenible. Y en el turno de respuesta de la alcaldesa Teresa Valdenebro al representante vecinal, sobre la reunión mantenida meses atrás con miembros de la plataforma y hacer una alusión a Antonio Palma secretario de AYMER, reconociendo que “para ella él no era nadie”, terminó por caldear los ánimos del Partido Popular y decidieron abandonar el salón de plenos.
Pero cuando este hecho hubiese sido la foto del día, llego el exconcejal Rafael Lara y utilizó el turno de ruegos y preguntas para pedir al concejal de hacienda y secretario de IU Álvaro Carreño para que se retractara de unas declaraciones que este había realizado en una rueda de prensa acusándole a él y a algunos de los investigados en el caso Acinipo de robar. Llegando en ese momento a un punto surrealista donde el portavoz de APR Antonio Marín Lara interrumpiría para meterse con el delegado de economía y recordarle que le iba a interponer una querella por lo dicho, y convertirse definitivamente el pleno en un Patio Escolar.
En el tema político se aprobaron las modificaciones de crédito para poder realizar las inversiones de 1,2 millones en la Plaza del Socorro, en el Albergue Municipal, en un nuevo parque infantil, y en el centro cívico del barrio San Francisco.
También se aprobó la rebaja del tipo impositivo del IBI para poder mantenerlo al mismo nivel que el año pasado, a pesar de la subida ministerial de la base imponible, al igual que se va a hacer con el impuesto de construcción para amortiguar la subida.
En otro punto del día se aprobaron las cuentas locales, aunque en ese tema Antonio Marín Lara amenazó con denunciar al delegado de hacienda de prevaricación por no hacer nada en el tema de la liquidación de la sociedad municipal Somucsa. Pero para la que vino después esto fue solo un adelanto.