El Hospital de la Serranía de Ronda, adscrito al Área de Gestión Sanitaria Serranía de Málaga, ha acogido una mesa informativa en la que se ha ofrecido a la ciudadanía información sobre los síntomas más frecuentes para detectar un ictus, así como consejos para prevenirlo, puesto que la finalidad principal de esta iniciativa ha sido concienciar a la población sobre los factores de riesgo de padecer un ictus. Además, también se han realizado distintas pruebas para medir la correcta salud cerebro-vascular.
Esta intervención de prevención en salud ha sido organizada por Ángela Ollero, facultativa especialista de área de Neurología del Hospital de la Serranía, en colaboración con el Área de Participación Ciudadana del centro sanitario y con el apoyo de estudiantes de enfermería del Centro
Universitario de Enfermería ‘Virgen de la Paz’ de Ronda.
En esta actividad se ha entregado material informativo en el que se explica las principales señales de alerta ante un ictus como son la pérdida de fuerza repentina de la cara, el brazo o la pierna de un lado del cuerpo; trastorno repentino de la sensibilidad, sensación de acorchamiento u
hormigueo de la cara, el brazo o la pierna de un lado del cuerpo; pérdida súbita de visión parcial o total en uno o ambos ojos; alteración repentina del habla, dificultad para expresarse y ser entendido; dolor de cabeza súbito de intensidad infrecuente y sin causa aparente; y sensación de vértigo o desequilibrio si se acompaña de cualquier síntoma anterior.
Por otro lado, se ha dado a conocer cómo podemos prevenirlo a través de una serie de consejos de salud dirigidos a controlar la tensión arterial, la vigilancia del colesterol y el cuidado de la diabetes, entre otros aspectos. Para ello, es fundamental no tomar sal en las comidas, evitar el alcohol, abandonar el hábito nocivo del tabaco, practicar ejercicio físico de forma regular, aumentar el consumo de frutas y verduras, así como reducir la ingesta de grasas animales y azúcares.
Por último, también se han llevado a cabo una serie de pruebas con el objetivo de medir la correcta salud cerebro-vascular como han sido la toma de tensión arterial, la visualización del estado de las arterias carótidas mediante ecografía doppler y la realización de test cognitivos de percepción y de habilidad que permiten poner a prueba la agilidad mental.