La música la llamó desde pequeña. Comenzó tocando la guitarra, pero se decidió por el Canto, por poseer una voz con muchas cualidades, siendo una de las sopranos más jóvenes de Jaén y, ahora, la primera española en ingresar en la Academia del Maggio Musicale Fiorentino de Florencia.
Carmen Buendía Rueda (Jaén, 1993) acaba de dar uno de los pasos “más importantes” de su carrera profesional como cantante lírica y lo ha hecho en Italia, superando las pruebas de ingreso en una Academia a la que se han presentado 280 personas y en la que sólo seis cumplirán su sueño. “Es un paso muy importante en mi carrera”, reconoce.
Durante los dos próximos años tendrá la oportunidad de estudiar con artistas de fama internacional y asistirá a las fases de producción de los espectáculos de la Ópera de Florencia.
Su formación internacional comenzó hace dos años, cuando ingresó en la Academia Rossiniana de Pesaro, en Italia. Con sólo 20 años tuvo la oportunidad de subirse al escenario como soprano, actuando en su primera ópera, ‘El viaje a Reims’, de Rossini. Cuando su maestro la escuchó le dijo que llegaría a ser una de las sopranos dramáticas de coloratura más importantes que habrá en la Historia. Y desde entonces, persigue su sueño.
Su voz es más madura que su edad y esta peculiaridad tiene sus pros y sus contras. “Siempre soy la más joven en las audiciones y eso hace que me quieran escuchar. Estoy ganando en confianza y viviendo experiencias que me están haciendo madurar muy rápido”, reconoce.
A los 15 años decidió que quería dedicarse al Canto y lleva más de la mitad de su corta vida formándose, aunque su camino “no ha sido fácil”. Siempre ha antepuesto su formación a todo. “No puedo vivir sin la música. Necesito cantar todos los días. Es mi formación y me hace feliz. Sé lo que es sacrificarme desde muy joven, pero mi carrera me está dando muchas satisfacciones. Estoy cumpliendo sueños”, reconoce Carmen Buendía.
Si ahora pisa escenarios, también ha cantado en la calle. La plaza de La Constitución fue oyente privilegiada de Carmen Buendía, cuando sólo tenía 18 años. “Probé suerte para darme a conocer. Recibí el apoyo de muchas personas. Fue una experiencia muy buena, aunque sentí miedo a que me juzgaran”, recuerda.
Nacida en el seno de una familia humilde, en el barrio de La Magdalena de la capital, sus padres siempre la apoyaron en su formación, a pesar de que la situación económica no era la mejor para costear unos estudios que requieren una importante inversión económica.
Con una voz cargada de expresión, siempre ha dado lo mejor de ella en los concursos, para conseguir becar sus estudios. El año pasado ganó media beca en las audiciones de Juventudes Musicales de Madrid y la recogió de manos de la Reina Sofía. Este año se ha vuelto a presentar y ha ganado la beca entera.
Carmen Buendía no volverá a Jaén hasta junio de 2018. Tiene un año por delante para formarse en Florencia y ser la mejor. “Quiero recompensar el esfuerzo de mis padres, ser una soprano que llega al público por su expresividad”, afirma.
Sus estudios de Canto los realizó en el Conservatorio Profesional de Jaén, marchándose a Córdoba para estudiar el Grado Superior, pero siempre tuvo claro que su carrera se desarrollaría fuera de la ciudad que la vio nacer.
En Jaén ha actuado con el Orfeón Santo Reino, con la compañía Lírica Andaluza y en el Coro de la Real Sociedad Económica de Amigos del País. A éste último le agradece el apoyo incondicional a su carrera. “Gracias al Coro pude estudiar en Córdoba. Me ayudaron económicamente”, reconoce.
A pesar de su talento, en Jaén es conocida desde hace apenas un año. Echa de menos el apoyo institucional a jóvenes artistas como ella, mostrando “decepción” con el Ayuntamiento. “En citas tan importantes como el Festival de Otoño, no han contado conmigo”, lamenta. El año pasado actuó dos veces en la capital. “Si no estoy en los escenarios de Jaén no es porque yo no quiera”, asegura.
Lamenta que, en alguna ocasión, le han propuesto actuar de forma altruista, reconociendo que tiene que ser una elección y no una imposición. “Llevo 14 años invirtiendo en mi formación para alcanzar mi sueño. No puedo cantar gratis, por amor propio y por respeto a la profesión”, termina.
