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Arcos

Dos menores devueltos al centro de migrantes

Teóricamente, se despistaron y acabaron perdiéndose. El Ayuntamiento señala que la existencia de un centro de estas caracterïsticas no implica inseguridad

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Dentro del cupo de acogida de migrantes que corresponde a España, el centro gestionado por la Junta ubicado en el Pinar de la Plata acoge estos días a un grupo de unas 40 personas. Esta semana, un par de menores del centro ha protagonizado un posible mal entendido, cuando supuestamente se perdieron durante una salida y pidieron dinero a algunos vecinos de la barriada próxima de El Santiscal que pusieron estos hechos en conocimiento de la Policía Local.
El centro , cuyas instalaciones son de un particular que las ha alquilado a la Junta,  se suma al que funciona en la Junta de los Ríos a través de la asociación ACEM. En ambos casos, son servicios ajenos al Ayuntamiento. Desde el Gobierno municipal, no obstante, se hace especial hincapié en que no se trata de personas delincuentes, sino de refugiados que, como todos, buscan un vida mejor y ser atendidos humanitariamente después de haber soportado en casi todos los casos un verdadero drama humano al huir de sus países en condiciones tremendas.

El centro, que no tiene carácter restrictivo alguno al encontrarse completamente abierto, dispone de una serie de monitores que cuidan de estas personas, pero sin que cumplan en ningún momento una función policial.

La delegada municipal de Seguridad, María José González, ha declarado a este medio que se trata de “un centro sin peligro alguno para la ciudad y que no supone ningún tipo de amenaza para la población”.

Este medio ha tenido noticias de los posibles comentarios xenófobos de un grupo de niños de Arcos hacia estos migrantes mientras se encontraban, al parecer, en el campo de fútbol de El Santiscal, un hecho que, de confirmarse, revestiría gravedad, pues los migrantes, como cualquier otro vecino de Arcos de la Frontera, tienen derecho a presenciar cualquier espectáculo público y a permanecer en la vía pública cuando quieran sin ser insultados o agredidos por el color de su piel, su credo religioso o condición económica.

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