Los gobiernos de España y Portugal van a acometer al 50 por ciento una inversión de 9,3 millones de euros para ejecutar una rehabilitación integral del Puente Internacional del Guadiana, que une las localidades de Ayamonte (Huelva) y Castro Marim (Portugal), construido en 1991.
El ministro de Fomento español, Íñigo de la Serna, y el de Planeamiento e Infraestructuras luso, Pedro Marques, han asistido hoy al inicio de estas obras.
Durante el acto, que ha contado además con la presencia de la ministra de Empleo y Seguridad Social del Gobierno de España, Fátima Díaz, así como distintos alcaldes de municipios del entorno del puente, entre otras autoridades, se ha guardado un minuto de silencio en memoria de las víctimas del último atentado terrorista perpetrado este fin de semana en Londres.
En su intervención, De la Serna ha destacado que España y Portugal "son dos países hermanos que tienen múltiples afinidades, con lazos afectivos, culturales, históricos, patrimoniales y, por supuesto económicos" y ha apostado por "mejorar las infraestructuras y aumentar la permeabilidad entre ambos".
Se ha mostrado muy orgulloso del trabajo que ambos están realizando "en un ambiente de cordialidad" que quedó patente en la Cumbre Hispanolusa celebrada en Portugal la semana pasada, donde "se evidenció la coordinación en el tipo de infraestructuras que queremos y los calendarios de puesta en marcha".
Con respecto a la rehabilitación del Puente Internacional del Guadiana, que tiene un plazo de ejecución de 525 días, estando fijada su finalización para diciembre de 2018, ha precisado que "se trata de una obra de envergadura porque es una infraestructura que soporta mucho tráfico y que une localidades que están experimentando un tráfico creciente, motivado, fundamentalmente, por el sector turístico".
Su ejecución es posible gracias al convenio firmado entre los Gobiernos de España y Portugal en julio de 2015.
La longitud del puente es de 666 metros y está dividido en cinco vanos: los tres vanos centrales están suspendidos mediante 64 parejas de tirantes, el del medio tiene 324 metros de luz, los adyacentes 135 metros y los extremos 36 metros.
Ha precisado que se va a llevar a cabo una actuación integral que abarca los sistemas de refuerzo, mejorar las condiciones del tablero del puente, echar una nueva capa de bituminosa, tensar los tirantes o mejorar de la señalización y la iluminación, que "permitirá tras su fin volver a ver el puente mejor que cuando se construyó y compartir un futuro común para la mejora de la vida de nuestros ciudadanos".
Su homólogo portugués, Pedro Marques, también ha destacado la importancia de una obra en una infraestructura cuya construcción, en 1991, "supuso el desarrollo de ambos lados de la frontera"; con su rehabilitación "ambos países estaremos en disposición de afrontar varias décadas más de aproximación".
Marques ha abogado por "la eliminación de fronteras" entre territorios transfronterizos: "Apostamos por crear más economía de proximidad en zonas fronterizas, principalmente porque tenemos flujos turísticos importantísimos y relaciones económicas muy importantes".
"España y Portugal son dos países que en estos momentos tienen una situación económica fuerte y todos los trabajos que tenemos en común nos darán fuerza conjunta", ha señalado.
De la Serna y Marques han aprovecha su encuentro para firmar un convenio para la rehabilitación del Puente Internacional sobre el río Miño, entre Tui y Valença do Minho, que entró en servicio en 1885 con dos tableros de celosía metálica y que desde el principio se contempló como infraestructura viaria y ferroviaria.
Con su rehabilitación, ha indicado el ministro español, se mejorarán las condiciones del puente, consolidando su cimentación y estructura, con un desembolso de cinco millones de euros.