En este sentido, Landaluce ha realizado un llamamiento a Herrera para que se ponga “urgentemente manos a la obra y cuide lo más preciado que tenemos, la cultura, para nuestras hijos, como también para nosotros, los adultos”.
Desde las filas populares se indica que, “tenemos que volver sobre un problema al que el Gobierno municipal de Herrera no le presta la atención debida, como es la programación cultural, que toda ciudad tiene menos Algeciras, a la que le sigue faltando y que todos los algecireños echamos de menos”.
Landaluce hizo hincapié en que “tomando el ejemplo de otras ciudades proponemos, por ejemplo, que las bibliotecas públicas programen unas bibliovacaciones. Estos espacios estarían destinados a toda la familia donde niños, jóvenes, adultos y mayores podrían disfrutar de una amplia y variada programación cultural y recreativa. Además se podrían desarrollar actividades durante la mañana en las tres bibliotecas públicas de la ciudad y otras tantas junto a las playas, en un bibliobús, que sería puesto para tal fin y que tan buenos resultados ha tenido en otras zonas”.
Para Landaluce, “el éxito de este bibliobus está garantizado, siempre que venga precedido de una buena programación” y “se deben unir las programaciones TIC’s, las nuevas tecnologías de la imagen y de Internet, así como mil actividades más que tienen también garantizado el éxito”. En este sentido se pone como ejemplo a “talleres de danza, música y pintura, de yoga, tardes de magia, cine al aire libre, audiciones de las escuelas y bandas de música, teatro de actor infantil, juvenil y adulto, marionetas o hasta conciertos que promocionen a los artistas locales”.
Desde el PP se incide en que “las bibliotecas públicas están obligadas por el artículo 3, orden 24 de septiembre 2001, a adoptar un horario especial en el período estival, Navidad, Semana Santa y fiestas locales. Sin embargo las bibliotecas de El Saladillo y Esteban Valdivia y Cabrera, junto con la biblioteca Manuel Pérez-Pinto-Costa (La Granja) cierran durante los meses vacacionales de julio y agosto”.
Por ello Landaluce solicitó “que copien las experiencias que sirven de ejemplo de las iniciativas de biblioplayas de Casteldefels o Benidorm, abiertas todo el año. O incluso la más próxima de Melilla, con gran abundancia de títulos, con prensa diaria local y obras en varios idiomas así como préstamos de revistas o juegos de ajedrez”.
