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Primeras condenas para dos activistas de las protestas de Hong Kong

En las masivas protestas democráticas que bloquearon varias calles de la ciudad durante 79 días

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  • MANIFESTACIÓN -

Dos activistas de Hong Kong fueron sentenciados hoy a penas de cárcel por su implicación en las históricas protestas democráticas de la Revolución de los Paraguas de 2014, en la misma jornada en la que nueve de los organizadores de las manifestaciones comparecieron ante los jueces.

El activista Alvin Cheng, del partido localista Civic Passion, fue condenado a tres meses de prisión por ignorar una orden judicial que le obligaba a desocupar el campamento de protesta instalado en el barrio de Mong Kok, antes de que fuera desalojado por la policía el 25 de noviembre de 2014.

Au Yuk-Kwan, otro activista de 23 años, fue condenado a un mes de cárcel más una multa de 10.000 dólares de Hong Kong (1.200 dólares) por los mismos hechos.

Se trata de las primeras sentencias penales relacionadas directamente con la participación de los manifestantes en las masivas protestas democráticas que bloquearon varias calles de la ciudad durante 79 días.

El juez de la Corte Suprema, Andrew Chan Hing-wai, dijo que se trataba de un veredicto disuasorio con el fin de proteger el Estado de Derecho ante el "flagrante desafío a la orden judicial" que los ahora condenados habían llevado a cabo.

La condena se emite el mismo día en el que nueve líderes de las protestas, entre ellos políticos, académicos, activistas estudiantiles y los cerebros del movimiento Occupy, hicieran su primera aparición en los tribunales después de que el lunes fueran acusados de cargos relacionados con la alteración del orden público.

Los nueve llegaron a las dependencias judiciales flanqueados por un centenar de simpatizantes con paraguas y banderas amarillas símbolo de la histórica sentada ciudadana.

Entre ellos estaban los tres fundadores de Occupy Central -los académicos Benny Tai Yiu-ting y Chan Kin-man y el reverendo Chu Yiu-ming que afrontan tres cargos cada uno por conspiración para causar disturbios públicos, incitar a otros a ello y provocar a la gente para que ésta influyera en otros con idénticos fines.

Los fiscales alegaron que el trío fundador conspiró junto con otros manifestantes para causar disturbios a través de la obstrucción ilícita de lugares públicos y carreteras en el centro de Hong Kong desde marzo de 2013, un año y medio antes de que empezaran las protestas.

Los cargos de incitación se aplicaron a acciones ocurridas el 27 al 28 de septiembre de 2014, cuando comenzaron las protestas que crecerían hasta convertirse en la llamada Revolución de los Paraguas, de 79 días de duración.

Cada cargo podría ser castigado con hasta siete años de prisión.

Los nueve encausados fueron puestos en libertad bajo fianza y emplazados al próximo 25 de mayo después de que la defensa pidiera que el caso fuera llevado al Tribunal Superior, donde podría celebrarse un juicio con jurado popular.

La persecución judicial contra estos nueve líderes del movimiento ciudadano empezó el pasado lunes, un día después de que se celebraran unas restrictivas elecciones a la jefatura de Hong Kong, en las que sólo votan 1.200 ciudadanos que en su mayoría cuentan con la aprobación de Pekín y en las que salió elegida la dirigente favorita del gobierno chino, Carrie Lam.

Precisamente fue Lam quien lideró las negociaciones del gobierno local con los manifestantes durante las protestas democráticas de 2014, que estallaron después de que Pekín frustrara el proyecto de instaurar un sufragio universal sin restricciones para las elecciones a liderar el gobierno de Hong Kong.

Las protestas de la Revolución de los Paraguas terminaron el 12 de diciembre de 2014 sin éxito para las reivindicaciones de los manifestantes, pero sus efectos sirvieron para enfriar las relaciones entre Hong Kong y China e hicieron resurgir un movimiento independentista en la ciudad sureña.

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