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Córdoba

El acusado de violar y maltratar a su pareja en Córdoba lo niega

Al tiempo que ella, trabajadora social, se ha acogido a su derecho a no declarar

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El hombre natural de Costa de Marfil acusado de un delito de agresión sexual, dos delitos contra la intimidad, dos delitos de maltrato y un delito de lesiones, tras supuestamente violar, maltratar y herir a su pareja de unos 25 años de edad en Córdoba, ha negado este miércoles tales acusaciones, al tiempo que ella, trabajadora social, se ha acogido a su derecho a no declarar.

Durante el juicio en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba, que ha quedado visto para sentencia, el acusado ha negado que insultara a la joven, con la que mantenía una "buena" relación, de manera que ha asegurado que no sabe por qué lo ha denunciado.

Al respecto, ha explicado que ambos tenían "costumbre de jugar" y darse "empujones" cuando estaban juntos, pero sin intención de hacerse daño, a lo que ha apostillado que "siempre" empezaba ella. También, ha señalado que ella no se opuso a mantener relaciones sexuales, sino que fueron "consentidas".

Asimismo, ha achacado distintas lesiones que presentaba ella en su cuerpo a que "tiene un cuerpo muy suave" y que de momento le salían moratones, a lo que ha añadido que "nunca le haría nada". Además, ha admitido que tuvieron "una discusión" y ha comentado que le habían dicho que estaba con otro joven, pero ella "lo negaba" y le decía que lo amaba.

Por otra parte, el procesado ha defendido que no grabó ninguna conversación con él teléfono móvil, porque desconocía cómo hacerlo, y ha precisado que dicho teléfono era de ella, aunque lo compartían.

Tras concluir la exposición de pruebas médicas, el Ministerio Público ha mantenido su petición de penas, que suman 18 años de cárcel, 20 años de orden de alejamiento y multa de 5.400 euros; mientras que la defensa ha solicitado la absolución, porque "no han quedado acreditados los hechos".

CALIFICACIÓN DEL FISCAL

Según recoge la calificación del fiscal, a la que ha tenido acceso Europa Press, el procesado ha mantenido una relación sentimental con la joven desde diciembre de 2012 y en junio de 2014 iniciaron la convivencia, en la que desde el inicio él en las discusiones presuntamente la ha empujado e insultado, a la vez que ha realizado "conductas tendentes al aislamiento social".

En uno de los casos, en marzo de 2015, el acusado, "sospechando que ella tenía una relación sentimental con otra persona", dejó su teléfono en casa en modo grabación para "escuchar las posibles conversaciones que tenía su pareja con terceras personas, cuando se encontraba a solas en la vivienda", de manera que grabó una conversación con otro hombre, "sin que ella tuviera conocimiento de que estaba siendo grabada y sin que prestase su consentimiento".

Al respecto, cuando el procesado llegó al domicilio, escuchó la grabación y se dirigió al dormitorio, donde supuestamente le golpeó en el brazo a su pareja, "con la intención de menoscabar su integridad física", aunque no ha resultado acreditado que ella sufriese lesiones por estos hechos.

Posteriormente, en diciembre de 2015, el acusado, "sin conocimiento ni consentimiento de ella y sospechando que se veía con otra persona en el domicilio", puso de nuevo su teléfono en modo de grabación cuando se marchó a trabajar para escuchar todo lo que su pareja hiciera en la vivienda mientras estaba sola y lo desactivó al llegar al mediodía.

Al día siguiente, ambos mantuvieron relaciones "consentidas", pero al terminar, el procesado le recriminó que tuviera "relaciones con otro hombre" y supuestamente le dio "diversas bofetadas", a la vez que la amenazó de muerte y mantuvieron una discusión, en la que presuntamente golpeó a su mujer en el costado y en las piernas, y de nuevo la volvió a insultar, según el fiscal.

EN PRISIÓN PROVISIONAL

Asimismo, relata que horas después iniciaron una nueva discusión, en la que él puso la grabación para que ella la escuchara, se abalanzó sobre la mujer y, "con ánimo de satisfacer sus deseos libidinosos y contra la voluntad de su pareja", supuestamente la violó, al tiempo que ella trataba de apartarlo con los puños y diciéndole que parara, según el Ministerio Público.

Tras ello, el procesado convenció a su pareja para que borrara el número de teléfono del hombre con el que creía que ella tenía relaciones, algo a lo que ella accedió "tras todo lo acontecido". Al día siguiente se presentó en un centro médico, donde relató los hechos, e interpuso la denuncia ante la Guardia Civil.

Como consecuencia de los hechos, la mujer presenta distintas lesiones y heridas, así como cambios cognitivos, conductuales y emocionales "compatibles con una situación de violencia sobre la mujer, mantenida y continuada en el ámbito de la pareja", según explica el fiscal. El procesado se encuentra en prisión provisional por estos hechos desde diciembre de 2015.

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