La Policía de Bangladesh arrestó a otros 17 supuestos extremistas en las últimas 24 horas en el cierre de una operación de una semana contra los responsables de ataques a minorías en el país y en la que han sido identificados 193 presuntos radicales islámicos, entre un total de más de 11.600 detenidos.
"La operación ha concluido, ha servido para recopilar información. Creemos que ha sido muy fructífera", declaró a Efe el subinspector general de la Policía, Shahidur Rahman.
La fuente agregó que aunque la operación haya concluido, las actividades policiales "continuarán".
El inspector general adjunto de la Policía, Monir Uz Zaman, había afirmado a Efe al comienzo de la ofensiva que las fuerzas de seguridad se enfrentaban a "una red de unos 200 extremistas" que actúan en "pequeñas células" en distintas partes del país.
Rahman no ofreció hoy detalles sobre el perfil de las últimas detenciones, aunque subrayó que la mayoría de los arrestados en el marco del operativo son presuntos miembros de la organización Jamaatul Mujahideen Bangladesh (JMB).
Otros detenidos pertenecen a otras organizaciones como Ansar al Islam, también conocida como Ansarullah Bangla Team (ABT), y los medios locales han informado en los últimos días de que algunos detenidos son supuestos autores de ataques recientes.
Las autoridades policiales responsabilizan a JMB y ABT de la mayor parte de las agresiones selectivas, generalmente a machetazos, que desde 2013 han causado la muerte de unas 40 víctimas mortales en Bangladesh, aunque las acciones han sido reivindicadas también por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) y la rama de Al Qaeda en el subcontinente indio.
Entre las víctimas figuran fieles de todo tipo de minorías religiosas como cristianos, hindúes y budistas, seguidores de sectas no adscritas a la rama islámica suní más ortodoxa, ciudadanos extranjeros, activistas homosexuales y pensadores o blogueros laicos críticos con el fundamentalismo.
Desde comienzos de abril, al menos 12 personas han muerto en estos atentados, cuatro de ellas en el primer tercio de junio, incluida la esposa de un alto mando policial que dirige la lucha antiterrorista.
Esta última muerte desencadenó una inusual condena enérgica del Gobierno y una mayor presión policial.
Este miércoles se registró el último ataque de este tipo, que tuvo como objetivo a un profesor hindú que resultó herido en una agresión a puñaladas en el distrito central de Madaripur.