Los casos de Gregorio Serrano, reconociendo públicamente que intercedió para hacerle un favor a la Guardia Civil, o Rafael Carretero, que dejaba sin control las facturas de las empresas a cambio de obras en su casa, chófer o vigilancia propia, han colmado el vaso de Participa Sevilla, que propone “partir de cero” y “con todas las fuerzas políticas” crear un nuevo código ético que, a semejanza del de Barcelona en Comú, tenga un gestor que vele por su cumplimiento y un capítulo punitivo para exigir responsabilidades en caso de ser incumplido.
Según el concejal de Participa Sevilla, Julián Moreno, “los tiempos han cambiado y la gente tiene una conciencia profunda y mayor, la gente reclama un papel distinto a sus representantes públicos”. Según el edil, los escándalos que han rodeado a la Semana Santa, a la Feria o la “inaceptable soltura” de Gregorio Serrano, reconociendo “como si fuera lo más lógico y normal” que un delegado de Empleo acompañe a una empresa para hacerle un “favor” a la Guardia Civil y además de otro municipio, han colmado el vaso.
Por tal motivo, Participa llevará al próximo pleno una moción en la que propondrá crear un código de buenas prácticas “que constituya una referencia ética de comportamiento de los cargos públicos y el buen Gobierno bajo los principios de integridad, ejemplaridad, imparcialidad, rendición de cuentas, transparencia y respeto”.
Según Moreno, no quieren imponer ese código sino crear un grupo de trabajo para incluir todas las sensibilidades. Su modelo es el de Barcelona: un código que incluye dos diferencias importantes con respecto a otros, la inclusión de la figura de un gestor que vele por su cumplimiento y un capítulo final punitivo, con sanciones para exigir responsabilidades.
