El Sevilla sigue alargando su historia más presente y viva. Anoche ratificó, no sin sufrimiento, el pase a la que será su decimotercera final de esta gloriosa década.
Como era de esperar, Emery no escatimó en recursos a pesar de tener hasta tres apercibidos. Jugaron Rami y Kolo desde inicio y dispuso de titularísimos como Vitolo, Banega o Gameiro. Y comenzó mejor el Sevilla, que se hizo dueño del balón y de las ocasiones. Así llegó la primera, muy clara, en las botas de Krohn-Dehli cuando corría el minuto 5. El disparo del danés desde el interior del área se marchó al lateral de la red del meta Rubén.
Con el paso de los minutos los locales comenzaron a merodear el área de un Sevilla que minuto a minuto se iba replegando. Aún así, a la media hora los rojiblancos volvieron a rozar el primero en una excelente contra que no llegó a finalizar Vitolo porque Planas la desarticuló en el último instante. Ese fue el último acercacimiento de los nervionenses antes de que el Celta comenzará a avisar. En primer lugar con un pase cruzado de Aspas al que no llegó Orellana porque Sergio Rico anduvo rápido de reflejos. Y en el minuto 35, con la tornas cambiadas, el chileno, tras zafarse de manera muy sencilla de Coke, puso de gol al exsevillistas Aspas ante esta vez mala salida del meta sevillista. El gallego hizo el primero y puso el miedo en el cuerpo.
El segundo periodo no pudo comenzar peor. Dos errores garrafales de Sergio Rico llevaron a temer lo peor. Hasta que se ratificó en el 55 con el segundo tanto de Iago Aspas tras el enésimo fallo del meta sevillista. En ese momento Balaídos rompió a voz en grito bajo el diluvio y el sevillismo tomó el peor trago de la eliminatoria. El tiempo de tragar saliva durante dos minutos, lo que tardó Banega en sacarse de su chisteras mágica el gol necesario para tomar aire y pensar, entonces sí, en una final soñada. Menudo golazo del argentino que en dos toques desequilibró a su par y la cruzó sin posibilidad alguna para el portero vigués. Ese tanto retumbó en media Sevilla porque el sevillismo sufría y sabía que Banega le acaba de abrir la puerta a la gloria.
De ahí al final el Sevilla tuvo tiempo para empatar gracias a una internada de Vitolo que remató Konoplyanka en el 86 al fondo de las mallas. Lo negativo, la doble amarilla que vio N’Zonzi y que le impedirá jugar la final del 21 de mayo, que ya está señalada en el calendario sevillista.
Emery: “La Copa del Rey nos da la felicidad”
“Era un partido intenso, duro, pero lo hemos peleado hasta el final. Es una enorme ilusión alcanzar esta final. Al equipo y a la afición la Copa nos da felicidad y eso se ha notado durante el torneo. Lo único que pido es no jugar la final en el Nou Camp. Antes la jugaría en China”.
Castro: “El objetivo, el título”
El presidente sevillista José Castro señaló tras el encuentro que ahora “el objetivo es ganar el título de la Copa del Rey”. Y sobre la sede para la final afirmó que no quieren que sea en el Camp Nou.
Rami sí jugará la final
Rami y Kolo podrán ser de la partida en la esperada final de Copa del próximo 21 de mayo tras no ver anoche ninguna cartulina en el duelo frente al Celta. El que se la pierde es N’Zonzi, sancionado.
Gusta más el Bernabéu
Los dos finalistas de la Copa del Rey, Barcelona y Sevilla, tienen claro que el Santiago Bernabéu sería el estadio ideal para celebrar la final debido a su mayor capacidad. El Real Madrid no cederá.
