María del Carmen Gordo Galán, una pensionista de Sevilla que es hija ilegítima de un millonario y una asistenta doméstica, ha asegurado hoy que emprendió la lucha judicial porque sólo quería tener la "satisfacción de escuchar decir que era mi padre, con eso me conformaba".
En una rueda de prensa en el despacho del abogado que le lleva el pleito, la mujer, que en abril cumple 70 años, ha esperado a que su madre se muriera para pelear judicialmente para ser reconocida como hija de un empresario millonario de Morón de la Frontera (Sevilla), del que, según el ADN, es hija con el 99,9 % de posibilidades.
De su padre dice que tiene pocos recuerdos, como cuando tenía 2 o 3 años y estaba en una casa en el campo y un hombre se bajó de un coche y le dio un beso, y en otra ocasión ese mismo hombre, que murió hace treinta años, le dio un dulce.
Ha relatado que a su madre nunca le preguntó por su padre porque sabía que era un tema que "molestaba" y ha asegurado, entre lágrimas, que la asistenta trabajaba "día y noche" limpiando casas para mantenerla.
En su familia siempre se dijo que le habían "echado" desde Morón de la Frontera a Sevilla, lo que ella recuerda que ocurrió cuando tenía 5 o 6 años.
"Ella me miraba con tristeza", ha asegurado la mujer en referencia a su madre, de la que ha mostrado una foto y que, según ha dicho, rehizo su vida casándose con otro hombre.
La asistenta doméstica murió en el 2004 con 78 años y tuvo a su única hija cuando tenía 24 años, según la mujer, que se hizo costurera y pretende que su caso sirva de ejemplo para otras personas en su misma situación.
La hija de la asistenta, con dos hijos y cuatro nietos, podrá optar a una herencia, "como mínimo", de tres millones de euros, según el abogado que le representa, Fernando Osuna, quien ha vaticinado que el juzgado que lleva el caso dictará una sentencia favorable tras las pruebas de ADN, cuyo resultado conoció hace tres días.
Para la prueba del ADN, el juzgado tuvo que aprobar la exhumación del cadáver del empresario, un proceso para el que el abogado ha asegurado que le pusieron numerosas trabas, empezando por el cobro de las tasas que exige el Instituto Nacional de Toxicología, que son de unos 800 euros.
Si el juzgado de Morón dicta una sentencia favorable a la mujer, el abogado ha señalado que negociarán con la única heredera del millonario, una sobrina, para repartir la herencia porque el hombre tenía viviendas y fincas.
En el caso de que no lograran un acuerdo, plantearán un nuevo pleito porque el abogado asegura que la hija ilegítima tiene derecho al 66 % de la herencia.
El abogado, que ha ganado pleitos similares, ha criticado el mal estado de la justicia y las "trabas" que han tenido que superar para llegar a culminar cualquiera de las pruebas que plantearon cuando en el 2012 comenzó el litigio.
También ha apuntado que los herederos se quejan de tener que repartir la herencia muchos años después de la muerte del progenitor.
"Peor lo pasan ellas", ha subrayado el abogado tras señalar que las madres solteras, en una época de mayor represión social, sufrían cuando sus hijos les preguntaban en la primera comunión o en sus bodas por qué no estaba allí su padre.
Según los testimonios y declaraciones de numerosos vecinos que aporta el abogado, el empresario no perdió el contacto con ellas y asistía frecuentemente a la vivienda que adquirió para la comodidad de ambas, que pertenecían a una familia muy precaria y carente de posibilidades económicas.