Universidad de Cádiz genera en su entorno más de 5.300 empleos, entre directos, indirectos e inducidos, y un volumen de negocio superior a los 414,2 millones de euros. Las cifras, que resumen con claridad la repercusión de la UCA en todos los niveles, se desprende del Estudio del Impacto Económico, Social y Ambiental de la Universidad de Cádiz, patrocinado y promovido por el Consejo Social de la UCA y realizado por un grupo de investigación de la propia universidad, coordinado por el catedrático Manuel Larrán.
El documento describe con datos y tablas estadísticas la actividad académica, científica, social económica y ambiental de la Universidad de Cádiz durante los últimos años y pone, de este modo, números a la contribución de la universidad gaditana en generación de conocimiento, pero también de riqueza, empleo, impacto en la renta en la región y en estímulo de la actividad económica.
Los resultados de este complejo estudio fueron presentados ayer dentro del Seminario sobre impacto de la Universidad de Cádiz organizado por el Consejo Social de la UCA.
Además de los 5.300 empleos (que se elevarían a 7.135 con la inclusión de sus 1.820 trabajadores de plantilla: 1.111 PDI y 710 PAS) y más de 414 millones de euros de volumen de negocio que genera su actividad en términos económicos, se hizo un recorrido por los datos académicos de una institución que, en el mapa del sistema universitario andaluz, es la primera en el incremento de su tasa bruta de matrícula en los últimos 12 años, la segunda en títulos exclusivos con un total de siete –que solo se imparten en Cádiz dentro de la oferta académica de las diez universidades públicas de nuestra comunidad autónoma-, la cuarta en grados (44), posgrados (45) y en número de alumnos matriculados (con un total de 20.464 estudiantes) y la octava en eficiencia docente en España.
Al mismo tiempo, los resultados de este Estudio reflejan, a diferencia de la mayoría de las universidades de nuestro entorno, que la UCA ha venido incrementando el número de matriculados desde 2003/2004 a pesar de la reducción demográfica experimentada en la población entre 18 y 24 años. De esta forma, aumentó también su atractivo académico hacia el exterior ya que ha subido en dos puntos el número de estudiantes que no residen en la provincia.
Además, otro dato relevante, a partir de la encuesta realizada a 1.752 estudiantes, es que el 85,31% del alumnado se habría marchado fuera de la provincia de no existir la UCA, mientras el 79,46% de los entrevistados reconoce que la titulación cursada fue la primera opción.
