El Real Celta, con una primera parte primorosa que cerró con un 0-2, confirmó su gran arranque de temporada, en la que ya suma diez puntos, y con el 1-2 con el que acabó el partido abrió definitivamente la crisis en el Sevilla, que aún no sabe lo que es ganar en la Liga BBVA.
Al equipo gallego le tocó sufrir en la segunda parte cuando el conjunto local pronto acortó distancias por mediación de Fernando Llorente, pero lo hizo con criterio ante un Sevilla que quiso pero nunca encontró las ideas claras, por lo que se queda con solo dos puntos en la zona baja de la tabla.
Se presentó el equipo andaluz en esta cuarta jornada sin conocer la victoria y ya con las urgencias de empezar a escalar posiciones para situarse en puestos más lógicos para los objetivos planteados, situación completamente diferente a la del conjunto vigués, que llegó al Sánchez Pizjuán con dos triunfos y un empate, aunque éste doloroso al dejarse empatar por un Las Palmas con diez jugadores un 3-1 favorable (3-3).
La formación visitante demostró su buen estado de forma desde el inicio y jugó con mucho desparpajo en busca de la meta que defendió Sergio Rico, lo que descontroló al equipo que entrena Unai Emery, quien contó en su 'once' inicial con todos los jugadores que salieron de titulares el pasado martes en la victoria por 3-0 ante Borussia Mönchengladbach alemán en la Champions, con solo la baja por lesión del lateral izquierdo francés Benoit Tremoulinas.
La superioridad del Celta en el centro del campo fue total y peligrosas sus continuas incursiones sobre el área local, lo que se tradujo en el 0-1 al cuarto de hora de choque, en una jugada en la que Manuel Agudo 'Nolito' demostró su clase y buen remate.
El gol no hizo mas que acrecentar la seguridad en su juego del cuadro gallego y las imprecisiones de los andaluces, desbordados por el rival y sin encontrar un patrón de fútbol con el que, al menos, equilibrar la contienda.
El 0-2 llegó a los veinticinco minutos, obra del centrocampista Daniel Wass, que corrió con sentido por todos los lados, y evidenció las muchas carencias defensivas del equipo hispalense, que acumulaba hasta cinco bajas en la zaga, además del habitual portero titular, el portugués Antonio Alberto Bastos 'Beto'.
A esta circunstancia se sumó la lesión a la media hora de uno de los destacados en este arranque de la temporada, el extremo Víctor Machín 'Vitolo', quien fue sustituido por el danés Michael Krohn-Dehli, céltico las tres últimas campañas.
El conjunto del argentino Eduardo 'Toto' Berizzo fue un vendaval de buen juego, bien situado en la defensa, fuerte y con presión en el centro del campo y rápido en sus acciones ofensivas, por lo que la situación estaba más para que llegara el tercero visitante que para la reacción sevillista, equipo en el que el delantero francés Kevin Gameiro estuvo muy solo y el organizador argentino Éver Banega nunca pudo dar juego a sus compañeros.
Lo mejor que le pudo suceder al Sevilla fue irse al descanso con el 0-2, pues la desorientación fue total en la primera parte ante un adversario netamente superior.
En la segunda mitad salió desde el inicio Fernando Llorente por Banega con la idea de encontrar algo de mordiente en la delantera y ahora el conjunto local tuvo mas tiempo el balón, hasta el punto de que fue el propio punta riojano el que, de cabeza, puso el 1-2 a los nueve minutos de la reanudación y abrió el choque con su primer gol como sevillista.
El empuje de los de Emery fue total e incluso Krohn-Dehli tuvo el empate a los 64 minutos pero su remate acabó con el balón repelido por el larguero, aunque también los célticos quisieron aprovecharse de los huecos en la defensa del adversario para cerrar el partido.
Con el paso de los minutos, el Sevilla acusó el desgaste físico y rebajó su intensidad ante un Celta que ya quiso manejar el tiempo y que éste pasara rápido para sus intereses, algo a lo que también favoreció la lesión del brasileño Mariano Ferreira con los tres cambios de los locales ya efectuados, por lo que la lógica se tradujo en los tres puntos para el equipo de Vigo.
