Hay algo que ya no se le puede reprochar a los jienenses, y es que no tengan ganas de conocer su patrimonio histórico y arquitectónico. La apertura ayer de la cripta de la Basílica Menor de San Ildefonso, donde se encuentra enterrado Andrés de Vandelvira, gracias a la colaboración desinteresada la parroquia, desbordó las expectativas y más de dos mil jienenses se acercaron a conocer uno de los ‘espacios ocultos’, habitualmente cerrados al público, que tiene la capital. ‘Jaén Genuino’, que impulsa este periódico para revitalizar el conjunto histórico, con el patrocinio de la Diputación Provincial, el Ayuntamiento de Jaén, la Junta de Andalucía, la Caja Rural y la colaboración de Gráficas la Paz, pretende despertar conciencias con las numerosas actividades que está programando y que programará a lo largo de todo el año. Y ayer debieron despertarse algunas. Jaén debe comenzar a poner en valor todo su rico patrimonio histórico y para ello, lo primero que tiene que hacer es mostrarlo, enseñarlo a todos los jienenses y al turismo como un legado genuino. Deben por tanto los responsables de este patrimonio escuchar la voz, alta y clara, de quienes ayer, con temperaturas que sobrepasaban los 40 grados a las seis de la tarde, esperaban a las puertas del templo para conocer esta cripta, en la que fue enterrado el arquitecto constructor de la Catedral de Jaén, Andrés de Vandelvira, la misma que todo Jaén quiere que sea Patrimonio Mundial.
