La vuelta a los ruedos de Cayetano ha traído esta tarde a la Plaza de toros de Jerez a un nutrido grupo de “paparachis” que han reventado la liturgia del paseíllo. En estos casos en los que actúa un torero mediático, se debe tener más en cuenta que nunca la educación que tienen los profesionales de la fotografía taurina, quienes una vez tomadas las instantáneas precisas, se retiran ordenadamente del ruedo antes de que los actuantes comiencen a andar hacia sus “destinos”.
Tras una larga espera para que los rezagados, ente ellos muchas gentes de “glamour”, se pudieran acomodar en sus localidades, Ponce recibió a su primer enemigo lanceando por verónicas. Con la muleta toreó siempre a media altura, o sea a favor del toro, aunque en alguna ocasión abusó del antiestético “pico”, es decir lo que actualmente se conoce como “técnica”. Tras una estocada paseó una oreja
A su segundo lo recibió por verónicas intercaladas con chicuelinas. El toro rompió el palo antes de topar con el peto lo que provocó el derribo del caballo. En la muleta derrochó su maestria dejándola siempre muerta en la cara del astado para no dejarlo pensar y conseguir que repitiera en sus embestidas. Lo pasó por ambos pitones terminando con “Poncinas”. Lo despenó de estocada y descabello cortándole una oreja.
“Fandi” recibió a su primer toro con dos largas para después lancearlo por verónicas. El granadino lo llevó al caballo por “lopecinas” y tuvo el feo detalle de pedir el cambio de tercio en cuanto el astado hizo atisbo de arrancarse hacia el peto. En banderillas demostró su facilidad. La faena de muleta fue un compendio de pases sueltos ante un toro que iba y venía sin transmisión y con tendencia a tablas. Tras una estocada paseó un apéndice.
Su segundo fue sin duda alguna el mejor ejemplar nacido en “Lo Álvaro “que esta tarde ha pisado el dorado albero del coso jerezano. El precioso jabonero de nombre “Bejarano” tuvo la mala suerte de topar con un torero, que con todos los respetos hacia el maestro granadino, no es el “Paquiro” del toreo actual. El ejemplar fue de menos a más y su matador no supo hacer ver al respetable la gran calidad que atesoraba por ambos pitones ya que la faena que le interpretó no pasó de un mero “pega pases”. No quiero con esta crítica menospreciar a un diestro que cada tarde, “sin trampa ni cartón” se juega la vida, pero la verdad es que le tocó un toro que en otras manos hubiera lucido más. Consiguió cortar una oreja, escuchando la presidencia una sonora bronca por no conceder la segunda. Al público, más preocupado de pedir al presidente la segunda oreja, se le pasó solicitar al usía la vuelta al ruedo para el astado.
Para los amantes de las estadísticas taurinas hay que señalar que Cayetano volvió a los ruedos en Jerez, tras dos temporadas en el “dique seco”, enfrentándose a “Enólogo” (bonito nombre para un toro que se lidia en Jerez), de pelo castaño y con un peso de 450 kg. El toro era tan bajo de agujas que se metió debajo del peto echándose de la manera más explícita posible “el caballo a los lomos” y dando un gran costalazo al picador. Tras brindar muy respetuosamente la muerte del astado al público, comenzó su faena con unos doblones por bajo, forma ésta nada propicia para un toro que no mostraba empuje. El resto de la faena fue voluntariosa sin llegar a calar en los tendidos. Tras un pinchazo logró una estocada y saludó desde el tercio.
A su segundo lo recibió por verónicas con una rodilla en tierra, copia casi de la tauromaquia de su abuelo (acuérdense los aficionados de la famosa foto de Arjona en la Maestranza). Después llevó al toro al caballo galleando. Con la muleta estuvo muy bien sobre el pitón derecho y destacó con unos naturales dando el pecho. Alargó demasiado la faena lo que hizo que se viniera a menos. Tras pinchazo y estocada cortó una oreja.
Jerez. Tercer y último festejo mayor de la Feria del Caballo 2015. Tarde muy vinculada a la vuelta a los ruedos de Cayetano Rivera Ordoñez “casí ná la solera de los dos apellidos”. ¿Toros? de Juan Pedro Domecq de escasa presentación. El coso de la calle Circo registró un envidiable tres cuartos de entrada.
Enrique Ponce (Tabaco y oro): oreja y oreja;
“El Fandi” (primera comunión y plata): oreja y oreja;
Cayetano (Espuma de mar y oro): saludos y oreja.