Iniciativa educativa pionera en la Escuela de Educación Infantil “Martínez Montañés”. Durante el segundo trimestre, este centro alcalaíno ha puesto en práctica un proyecto en el que el objetivo ha sido lograr la motivación en el aprendizaje de los más pequeños. “Nos centramos en el tema de la astronomía, el espacio, los planetas, etc. En las clases, lo que hemos hecho es plantear a los niños qué es lo que saben del tema y qué es lo que quieren saber. Partiendo de ahí, por tanto, todo lo que se incluye son contenidos que a ellos les motivan. Traen también información de su casa, que se va poniendo en común, y básicamente se sigue la evolución del interés colectivo sobre el tema, de forma que éste se sigue desarrollando mientras hay interés y se corta en el momento en el que se aprecia que ya no se le puede sacar más rendimiento”, nos asegura la directora del centro, Mª Carmen Bolívar. Entre los aspectos positivos de este sistema se encuentra, también, la implicación de las familias, que han participado de forma activa, incluso realizando representaciones del sistema solar y otros temas, los cuales se han expuesto durante el trimestre en el centro.
El centro cuenta con 80 alumnos, de los cuales 27 son de tres años, 21 de cuatro años y 31 de cinco años. Se trata del segundo año en que se pone en práctica esta iniciativa, que tuvo su inicio durante el pasado curso, en el que se trabajó sobre la temática de los castillos. Se llevaron a cabo distintas escenificaciones, en la Fortaleza de la Mota o el Paseíllo de la Mora, resultando una experiencia muy cercana para los alumnos. “Convertimos el colegio en un castillo. Al igual que ahora hemos convertido las puertas de las clases en naves espaciales, y los niños, con sus fotos, son astronautas, el año pasado eran puertas de castillos”.
El balance que hace el equipo docente del centro es más que satisfactorio. “Cuando pruebas este método, y te das cuenta de lo que aprenden los niños, ya no puedes volver al otro. Es una metodología muy creativa, los niños investigan, cuando tienen dificultades ellos mismos aprenden cuál es el camino para resolverlas, se respeta mucho más el ritmo de aprendizaje de los alumnos”.
A pesar de reconocer que es un método complicado, en la medida en que exige mucho más trabajo de los maestros, y estar más atentos a lo que los niños demandan, Bolívar asegura que el método surge del cansancio de los docentes hacia la metodología de las editoriales. “Estamos un poco hartos de tener a los niños coloreando, en lugar de trabajar con cosas manipulativas. Además, tienes que poner a todos los niños en el mismo momento a hacer la misma cosa, por lo que no se tiene en cuenta aquello que a cada niño le gusta más, ni cómo puede hacerlo, ni fomentas la creatividad, puesto que todos hacen lo mismo. Tenemos que preguntarnos qué clase de personas queremos tener el día de mañana. Si lo que queremos tener son personas creativas, que sean críticas, que no se vengan abajo cuando se encuentren una dificultad, lo que hacemos es cambiar la metodología y enseñarles recursos, y también implicar a las familias. De esta manera, lo que les estamos transmitiendo es: los niños son vuestros, aquí ayudamos a su desarrollo, pero vosotros también os tenéis que implicar, entonces los padres hacen trabajos con ellos, y los niños vienen contentos de sus casas porque ellos tienen que explicarle a los demás lo que en sus casas han trabajado, lo cual es mucho más motivante”, concluye Mª Carmen Bolívar, quien ha destacado la comprometida participación de todo el profesorado del centro en este proyecto coordinado por la tutora Amparo Castellano.
