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Arcos

“Mi pintura se basa en el color, en las luces y las sombras”

El pintor Francisco José García 'Paco Pepe' expone en el salón cultural San Miguel

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  • 'Paco Pepe' -

Los gigantes se comunican por las cumbres y los vecinos de San Pedro nos comunicamos por las azoteas. Por encima de las calles estrechas, de los recovecos empedrados, se alzan las anchas plazas de las azoteas soleadas, desde las que los vecinos nos damos los buenos días o nos preguntamos por la salud de la familia.


Al pintor Paco Pepe, que vive en la calle Cadenas pero que está a dos pasos de cielo de su azotea a la mía, lo salud algunas mañanas desde la distancia. Inaugura esta tarde en el Salón “San Miguel” una exposición de pinturas. Un año entero trabajando para esta exposición de unos cincuenta cuadros que va a estar colgados todo un mes. La ha titulado “Reflejos, espátula y color”.

¿Por qué 'Reflejos'?
—Bueno. Son catorce los cuadros donde el motivo central es el reflejo del agua, un motivo como se sabe muy impresionista. Podríamos llamarlo también Arcos en el agua. Aparecen paisajes arcenses, y también tres o cuatro retratos.


¿Cuánto tiempo de elaboración le ha llevado esta exposición?
—Algo más del ochenta por ciento de la exposición es el trabajo de todo un año. Me he centrado en las calles de Arcos, aunque también, aprovechando que estamos ahora en Semana Santa, expongo mi visión, mi impresión, del Nazareno o de mi Cristo, que es el del Prendimiento. Y un cuadro del Cristo del Gran Poder de Sevilla, que es una talla muy pictórica, impresionante como pocas.


¿Desde cuándo pinta?
—Comencé muy jovencito. Cuando estaba en el Colegio “San Miguel” recuerdo que mi profesor era Don Bernabé. El dibujo a lápiz se me daba muy bien y allí me sentí cómodo dibujando. Luego tuve mucha relación con la librería Arx-Arcis, cuando la regentaba Antonio Carrasco. No he parado de pintar en todo este tiempo.


Sin embargo hace tiempo que no expone, ¿no es cierto?
—Pues sí. La última exposición fue hace ya ocho años. Fue en el mismo lugar donde expongo ahora. Entonces no tuvo mucha publicidad ni mucha repercusión. Ahora espero y deseo que los arcenses y las personas que nos visiten en estos días acudan a la exposición. Es muy importante que tus vecinos sepan por dónde va tu obra pictórica. Y que se conozca fuera, claro.


Defina su pintura.
—Me considero un impresionista, aunque como en todo la pintura evoluciona. Insisto en el impresionismo, pero ahora he hecho incursiones en el expresionismo, en el retrato. Mi pintura se basa en el color, en las luces y las sombras. En la impresión. Esa es la línea pictórica que más me llena.


¿Y cuáles son sus maestros?
—Los impresionistas en general. Creo que Joaquín Sorolla es un genio que a pesar de su reconocimiento aún puede ser más admirado todavía. También me gustan mucho Monet, Manet, Paul Gauguin, Van Gogh.


¿Qué opina de la pintura arcense?
—En Arcos hemos tenido y tenemos muy buenos pintores. De los ya fallecidos recuerdo a Francisco Prieto, pintor impresionista, o a Miguel Castro, que trataba el color con mucha maestría. De los actuales no voy a dar ningún nombre, pero hay entre ellos mucha calidad.


¿Qué espera usted de esta exposición que se inaugura hoy?
—Llego a ella con mucha ilusión. Como dije antes espero que los ciudadanos de Arcos y los que nos visiten esta Semana Santa y esta primavera puedan comprobar que hay artistas que tratan de abrirse camino en la pintura. Es mi gran ilusión.


¿Algún proyecto para exponer fuera de Arcos?
—Es muy difícil. Hay que trabajar mucho. Hay que seguir trabajando sin parar. Me gustaría mucho exponer en Jerez, en Sevilla… Espero que con el tiempo y con el trabajo pueda conseguirlo.

Aunque como decía al principio solemos saludarnos a través de las azoteas, la entrevista la hacemos bajo techo, en su casa de la calle Cadenas. Antes me ha enseñado algunos cuadros que no tienen cabida en el salón “San Miguel”. La tarde está muy fría y nos sentamos para hablar en una mesa camilla, en una sala que cuelga en sus paredes cuadros y más cuadros de Arcos, donde se aprecia el interés de Paco Pepe por la pureza de los colores, por el espesor de las sombras. Son cuadros alegres, soleados, todo lo contrario a esta tarde fría de marzo. Pero la primavera está aquí ya y es cuestión de esperar un poquito. Mañana, pasado, el mismo viernes, cuando la exposición, romperán la luz y el color que tanto prodiga en sus cuadros el pintor Paco Pepe.

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