Los bombardeos de la coalición contra el Estado Islámico han acabado con la vida de al menos 910 personas, 52 de ellas civiles, desde que comenzaron los ataques, el pasado 4 de julio, según ha informado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. Los bombardeos se intensificaron a partir del 23 de septiembre, cuando otros países se sumaron a la ofensiva.
La mayoría de los fallecidos, 785, eran miembros del Estado Islámico, el grupo yihadista que controla grandes extensiones de terreno en el norte y este de Siria y el norte y noroeste de Irak.
Entre los civiles, ocho eran menores de edad y cinco, mujeres, según el Observatorio, una organización con sede en Londres y con una amplia red de informantes en el interior de Siria. Washington asegura que se toma muy en serio las informaciones de estos "daños colaterales" sobre la población civil y se ha comprometido a estudiar estos incidentes.
El Observatorio informa además de la muerte de 72 milicianos del Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria y también habría miembros del Grupo Jorasan, afines al Frente al Nusra.
La campaña de bombardeos más intensa comenzó el 23 de septiembre, con la participación de aviones de Estados Unidos, pero también de fuerzas de otros países como Bahréin, Jordania, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos.
Más de 200.000 personas han muerto desde el estallido del conflicto sirio, en marzo de 2011, surgido primero como una revuelta y sublevación contra el régimen del presidente Bashar al Assad. Posteriormente emergieron grupos islamistas radicales que se enfrentaron tanto a la oposición como al las fuerzas del Gobierno.