Acudieron a la prensa para pedir ayuda lanzando una llamada pública de socorro y han recibido una gran sorpresa. Las Hermanitas de los Pobres, que reclamaron auxilio para poder mantener abierto el asilo de San José, adonde atienden a 80 ancianos, celebran cómo el conocido torero rondeño Rafael Tejada se ha ofrecido para torear un festival benéfico en la ciudad y ayudarles en su causa. Tejada ha ofrecido su maestría e incluso su ganado, gratuitamente; se espera ahora contar con el apoyo de las administraciones y también de la Real Maestranza de Caballería de Ronda, puesto que “el lugar idóneo para esta celebración es la plaza de toros de Ronda”, afirmó el maestro, que acompañó a las hermanitas este viernes en la presentación de esta iniciativa.
“Desconocía la situación en que se encontraban, y me enteré por la prensa. Quise acercarme a conocer su trabajo y he quedado sorprendido. Ahora sólo espero que todos seamos capaces de ayudar en la medida de nuestras posibilidades, concienciados todos de la labor que vienen haciendo en esta ciudad desde hace 140 años”, refirió el torero.
A Tejada le acompañaron ayer en la presentación de este evento los miembros de la comisión creada para hacer posible esta iniciativa, que supondría además el debú del torero en su ciudad, en solitario. La comisión la forman las propias hermanas, los voluntarios de su casa en Ronda y el propio Tejada y sus colaboradores. Diputación ya ha garantizado recursos; el siguiente paso será llamar a la puerta del Ayuntamiento y a las de la Real Maestranza.
“Los ancianos aquí están muy bien. Son ancianos sin recursos. Debemos mantener este asilo como sea. Acaban de cerrar en Antequera las hermanitas”, dijo Ana Albarracín.
La madre superiora agradeció el gesto: “Debemos llevar a buen puerto este proyecto. Necesitamos al pueblo de Ronda, y también a todas las instituciones que deben necesariamente apoyar esta noble causa”, terminó.
Hace un par de semanas RONDA SEMANAL adelantó la situación en que se encuentran las Hermanitas de Ronda, una congregación que llegó a la ciudad en 1884 y que muchos años después, en estos tiempos de crisis, hacía una verdadera llamada de auxilio a la sociedad rondeña en busca de benefactores o donantes que ayuden a mantener la actividad que desarrollan en la ciudad.
Con 34 empleados para atender a 80 usuarios, el asilo necesita mensualmente, junto a otros muchos gastos, 58.000 euros para hacer frente a las nóminas y seguros sociales de sus 34 empleados. Ahora, en invierno, mensualmente hacen falta unos 8.000 euros para mantener la calefacción del recinto. En los últimos años ha bajado considerablemente el número de donantes.
