El verano se ha convertido en la temporada alta para la actividad en las autoescuelas de Jaén. Así lo asegura la presidenta de la Asociación Provincial de Autoescuelas, Ángeles Pérez, que confirma que es el período de tiempo que alivia la situación de “agonía” por la que está atravesando el sector. Desde que acaban las clases y hasta finales de julio, los profesionales ven incrementada su actividad hasta un 30% respecto al resto del año.
Todo ello gracias a que los estudiantes, el perfil más amplio para el sector, tiene tiempo para prepararse. “La actividad ha llegado a caer en un 80% y el repunte que se produce en estos días nos ayuda a mantener las autoescuelas”, asegura Pérez.
Una vez superado el examen teórico llega el turno de la prueba práctica y aunque la media de clases está entre 25 y 30 por alumno, desde la Asociación denuncian que hay alumnos que con “sólo cinco clases piden examinarse”. Esto es, según Ángeles Pérez, una de las evidencias de “cómo está afectando al sector la mala situación económica generalizada de estos años”.
Igualmente, la presidenta denuncia que “obtener el permiso de conducir es algo muy serio que no puede tomarse a la ligera”, haciendo un llamamiento a contratar un mínimo de clases que no hagan de la suerte el factor por el que se apruebe el examen práctico. “Hay alumnos que nos están pidiendo un milagro”, valora la presidenta.
El precio de la clase práctica oscila entre los 20 y 22 euros en las 150 autoescuelas de la provincia y las más de 20 de la ciudad.
