En los papeles principales intervendrán un total de trece alumnos, que también se ocupan del diseño y confección del vestuario, así como de la realización de la escenografía.
La dirección correrá a cargo del monitor del Taller, Silvestre Reyes, máximo responsable de estas representaciones que suponen un ejemplo del esfuerzo de este grupo de alumnos que dan lo mejor de sí para ofrecer el resultado de meses de duro ensayo y trabajo.
La acción de esta obra comienza en el huerto de un hospital psiquiátrico para mujeres, camino a la leñera de dicho hospital. Es de noche y reina una oscuridad absoluta. Cuatro sombras, susurrando en voz baja, se recortan entre los árboles del siniestro paraje, ocultándose mientras caminan. Delante van dos mujeres, internas del hospital, y las siguen dos hombres, internos, a su vez del hospital psiquiátrico para hombres, que está al lado, separado por un muro… Así comienza este juguete disparatado, corrosivo y divertido en el que los personajes se enfrentan a situaciones en las que nada es lo que parece, dejando lo subjetivo como único dato de realidad.
Se trata, en fin, de un homenaje a esos “loquitos” que andan por el mundo sin una realidad posible.
La entrada a las representaciones será totalmente libre hasta completarse el aforo.