En la tarde de ayer los rocieros de El Puerto llenaron las calles de la ciudad de aroma a romero del Coto de Doñana. Al filo de las 5 de la tarde, la comitiva portuense, encabezada por el cohetero y los piteros, hacía su entrada por la Finca Las Marías, donde ante el monolito que alberga la pequeña imagen de la Virgen del Rocío, vestida de Pastora, rezaron la Salve y dieron las gracias por el camino realizado .
Acto seguido continuaron camino hacia la Plaza España; en este camino pararon en la Casa de Hermandad de la Oración en el Huerto donde los cofrades del Miércoles Santo realizaron una ofrenda a la carreta del Simpecado; en la calle San Sebastián los esperaban igualmente los cofrades de la Humildad y el Nazareno, que también realizaron sus ofrendas.
A las puertas de la Iglesia Mayor Prioral esperaba el párroco de la misma D. Diego Valle junto a los miembros de la Esclavitud de Nuestra Señora de los Milagros. Heermanos del Resucitado también recibieron a la corporación rociera.
El Simpecado se encaminó a la capilla de la Patrona, ante la que se rezo una Salve y se realizó una ofrenda con flores recogidas durante el camino. A continuación, en calle Palacios, los hermanos del Dolor realizaron una ofrenda al paso de la carreta por la Casa de Hermandad.
El recorrido finalizó en San Joaquín, donde fueron recibidos por Flagelación y Veracruz. Los rocieros de la ciudad ya sueñan con el momento de poder estar de nuevo ante los pies de la Blanca Paloma.