El tiempo en: Estepona
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Huelva

“Cuando llega el Rocío es inevitable que el pulso se te acelere”

Belén Requena, presidenta de la Hermandad del Rocío de Emigrantes

Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
  • Belén Requena -

Este año se ha estrenado como presidenta y se enfrenta al reto de guiar, de la mano de su junta directiva, a la Hermandad de Emigrantes hacia El Rocío, ya que este año no tienen hermano mayor. Sin embargo, ya cuenta con la experiencia de haber sido hermana mayor en 2012. Aunque son malos tiempos, ella lo tiene claro, porque “lo importante es la Virgen”, así que “si hay que volver al mosto y los altramuces, se vuelve”. Sobre la cuota a los peregrinos, zanja la polémica: “Se cobra como siempre se ha hecho”.

Queda apenas una semana para que emigrantes inicie su camino hacia la aldea, y la gran novedad de este año es que no hay hermano mayor.
–Emigrantes no tiene figura de hermano mayor como tal, pero para nosotros, como junta de gobierno, sí que hay hermano mayor porque es la junta de gobierno, que somos 17 miembros, 17 hermanos mayores más el director espiritual, que sería el 18.

¿Pero por qué no hay figura de hermano mayor?
–No se ha presentado nadie. Suponemos que hay varios motivos. Cuando hay un cambio de junta, como ha habido este año, siempre es más difícil porque los hermanos mayores no saben qué junta va a entrar. Y también, llevar una romería del Rocío hacia adelante, con todo los temas que conlleva, los gastos y demás, tal y como está la situación económica en general, es un poco difícil. La cosa tiene que ir cambiando poco a poco, adaptarnos a los tiempos y no hay ningún problema. Pero no solo a nivel de hermandades, sino a nivel de las propias reuniones y peñas dentro de cada casa. Todo el mundo va cambiando sus hábitos y costumbres, adaptándonos a los tiempos.

¿Como por ejemplo tener que pagar para hacer el camino?
–Eso es una cosa que siempre se ha hecho, pero dentro de todas las hermandades, son las cuotas de inscripción cuando vas con una hermandad. En eso no hay ninguna novedad. Pero hay que diferenciar muy claro lo que es la cuota de inscripción, que paga todo el mundo, ya sea para inscribir un tractor, un carro, un caballo o a pie, que se hace desde hace varios años, y otra cosa es el costo de la comida, que eso lo han organizado los propios peregrinos, pero la hermandad no interviene ni tiene nada que ver en ello. La hermandad tiene su sitio para pernoctar, y allí pernocta todo el mundo que se haya inscrito y haya pagado su cuota, en Tres Rayas, vaya como vaya. Independientemente, luego cada uno se costea sus almuerzos y sus cosas, pero los peregrinos de a pie tienen su tractor en el que llevan el agua y los bocadillos, y aparte, tienen su vehículo para transportar las mochilas, como siempre se ha hecho.

Entonces, ¿qué diferencia hay con el año pasado?
–Bocadillos y agua sigue habiendo, independientemente de que haya o no hermano mayor, lo que no hay es comida, cena y demás, que antes lo daba el hermano mayor, y este año se lo tiene que procurar el grupo de peregrinos.

Zanjado ese tema, seguimos con otra novedad de este camino. Hay cambio en el recorrido de salida. ¿Por qué?
–Porque la hermandad se pierde en el sentido de que se luce poco al llegar a la Plaza Quintero Báez y meternos por la calle Palos, y lo más importante para nosotros es que volvíamos a la sede que tuvimos en principio, en la calle Blanca Paloma, que es donde nos acogieron cuando llegamos de Alemania, y a la Isla Chica, que durante tantos años nos vio pasar. Había muchísimos hermanos que nos pedían que volviéramos por aquella zona, y ante esa demanda, hemos querido atender su petición.

¿En qué cambia el recorrido?
–Cuando llegamos a la plaza Quintero Báez, en vez de seguir por la calle Palos, cogemos por Pablo Rada, San Sebastián, avenida de Andalucía, tomamos la calle Galaroza, y a la altura de la entrada hacia la calle Blanca Paloma, la hermandad se para y entran caballistas, simpecado, peregrinos de a pie y todos los hermanos que quieran acompañarnos. Después volvemos a la comitiva y seguimos hacia la Iglesia del Rocío, bajamos por Federico Molina, Alameda Sundheim, ofrenda floral ante la Virgen de Rocío, y ya seguimos hacia el Ayuntamiento y retomamos el camino de siempre. Si sale bien de tiempo y como tenemos previsto, se mantendrá bastantes años.

¿Supone alargar mucho la salida?
–Muy poco más, porque lo que hemos hecho es adelantar media hora la salida. En vez de salir a las 9.00 horas, salimos a las 8.30 horas, y en tiempo se alarga también media hora escasa. Queremos estar alrededor de las 12.45 horas en la Comandancia de Marina.

¿Está cerrada ya la comitiva?
–Aún se están apuntando caballos y peregrinos de a pie, pero llevamos 12 carros tradicionales, 26 enganches y entre 28 y 30 tractores, más los vehículos de apoyo. Y lo que sí que llevamos es un equipo de alcaldes de carreta y diputados de orden fantástico, encabezados por Nono Ortiz (alcalde de carreta) y Manuel Martín (segundo). Van a hacer que la comitiva discurra en absoluta normalidad, porque creo que hacía mucho tiempo que no se veía un equipo como este. En cuanto a caballistas, ahora mismo tenemos apuntados 60, y hacía mucho que no teníamos, por lo menos inscritos, ese número tan amplio. La comitiva es prácticamente igual que en años anteriores.

¿Es muy caro hacer el camino?
–Depende de cómo se quiera hacer. Hay que ir adaptándose a los tiempos. Tenemos que acordarnos de los primeros tiempos del Rocío, en los que se iba con mosto y altramuces. Luego se han hecho caminos de langostinos, vino, cuatro marcas de ginebra, etc. Pues si ahora hay que volver al mosto y los altramuces, se vuelve. Lo que hay que tener muy claro es que lo importante es la Virgen y al Rocío se va por ella. Lo demás, es secundario. Al menos, ese es mi criterio. Hacer hermandad y, sobre todo, girar esa convivencia en torno a ella, que es independiente del tiempo que a lo largo del año vayas a verla, estés con ella y disfrutes de la Virgen, pues el momento del Rocío se vive con ella y para ella de una forma especial. No sé por qué, pues aunque vayas a verla durante todo el invierno, y el momento de estar en la ermita sea más tranquilo, cuando llega el Rocío es inevitable que el pulso se te acelere. No sé que tiene esa semana, qué es lo que flota en el ambiente, qué energía hay, que el estómago parece que se te encoje… Algo hay especial en estos días.  Lo vives de otra forma, la Virgen se vive de otra forma en estos días.

¿Cuál es el momento más esperado?
–De este camino los espero todos, pero  con la responsabilidad que llevo, hacer un camino sin incidentes, que todos los hermanos lleguen bien a la aldea de El Rocío, que no tengan ningún problema, que llegamos en paz, con tranquilidad, y que sea un camino de alegría, de disfrutar y con un sentimiento de amor hacia la Virgen.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN