Las alarmas se encienden en el Unión Poli tras sumar la sexta jornada sin conocer la victoria. Un mes y medio sin vencer ha colocado a los portuenses a cuatro puntos ya de las posiciones de ascenso. Si hasta hace pocas fechas los gualdiverdes eran los únicos que hacían sombra al Xerez DFC, desde el 9 de marzo cuando ganaron a domicilio al Novo Gazul (0-1) no conocen lo que es ganar.
Presión, dudas y lo más preocupante, que los rivales suman y los portuenses empiezan a descolgarse de la zona más noble de la tabla. Circunstancia anómala para un equipo acostumbrado a pelear y codearse con los de cabeza.
La trayectoria impoluta en la que se había situado los de Toni Oreni durante buena parte del campeonato, empieza a pesar el trascurrir de las jornadas disputadas. Una competición casi sin descanso y a seis semanas para que ésta acabe, comienza a tornarse de forma preocupante ante la falta de reacción.
La derrota el Jueves Santo ante el Ubrique (2-1) no hace sino alargar más si cabe un periplo con el que no se contaba hasta no hace demasiadas fechas. Tras la goleada infringida –con más goles que buen juego- ante el Xerez Balompié (5-0) el 2 de marzo ha sido la última vez que ha conseguido sumar los tres puntos en feudo local.
A diferencia de lo que se había convertido en la tónica, el Unión Poli se le atraganta los encuentros jugados en El Juncal. Desde la fecha, tres empates a un tanto han dejado al descubierto la incapacidad de un equipo de romper la dinámica hasta entonces inmaculada.
Los portuenses tendrán esta jornada una nueva oportunidad y romper de una vez por todas y ante el Federico Mayo 'B' (penúltimo) el domingo a las 5 ante su público.
