La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a cinco años de cárcel al 'gorrilla' acusado de matar a otro de una patada en la cabeza durante una pelea mantenida en abril de 2013 en la calle Resolana de la capital hispalense, según han informado a Europa Press fuentes del caso.
Después de que un jurado popular lo declarase culpable, la Audiencia Provincial ha dictado una sentencia en la que condena a Enrique C.S. a cinco años de prisión por un delito de homicidio con la atenuante muy cualificada de drogadicción y la atenuante de arrebato.
Asimismo, y tal y como adelantó 'El Correo de Andalucía', la Audiencia lo condena a indemnizar con 62.000 euros a cada una de las dos hijas de la víctima.
Tras conocer el veredicto del jurado, que consideró probadas dichas atenuantes, la Fiscalía rebajó de 12 a 8 años su petición de cárcel para el imputado, mientras que el abogado defensor pidió que, teniendo en cuenta el veredicto del jurado, la pena que se impusiera se situara entre los dos años y medio y los cinco años de prisión.
EL ACUSADO ALEGA LEGÍTIMA DEFENSA
En su declaración, el acusado negó haber matado a la víctima y aseguró que únicamente intentó defenderse después de que el fallecido intentara agredirle con una barra de hierro.
Así, relató que el día de los hechos, el 13 de abril de 2013, la víctima "quiso quitarle su zona de aparcamiento", por lo que se sintió "coaccionado" y comenzaron a discutir junto a un bar de la Resolana hasta que, en un momento dado, el fallecido sacó una barra de hierro de una bolsa e intentó darle en la cabeza, por lo que el imputado esquivó el golpe y se "defendió" usando para ello las manos, tras lo cual la víctima se cayó hacia atrás.
A continuación, "me fui de allí, porque yo pensaba que se iba a levantar", dijo el acusado, que quiso dejar claro que en ningún momento agredió al fallecido con puñetazos o patadas en la cabeza ni tuvo intención de matarlo, negando asimismo que lo golpeara contra una puerta con barrotes de hierro, como sostiene la Fiscalía.
El imputado relató que, posteriormente, unos "chiquillos" fueron a buscarlo para comentarle que "había una persona que se encontraba mal", por lo que de manera "voluntaria" se dirigió hasta el lugar donde lo había dejado previamente "porque estaba preocupado" y con el fin de "socorrerlo".
LOS HECHOS
Por último, reconoció que es drogadicto desde el año 1974 y que el día de los hechos había consumido metadona, pastillas y "un litro y medio" de cerveza y vino.
Según relata la Fiscalía en su escrito de acusación, consultado por Europa Press, los hechos tuvieron lugar sobre las 19,00 horas del 13 de abril de 2013, cuando el acusado inició una discusión con un conocido suyo "acerca de las propinas recibidas por ayudar a aparcar vehículos".
La discusión "fue subiendo de tono" hasta que el procesado comenzó a golpear al fallecido, propinándole varios puñetazos en la cabeza y empujándolo contra una puerta con barrotes de hierro de un inmueble de la calle, "contra la que le golpeó en la cara en varias ocasiones" y donde "lo arrinconó y siguió dando golpes".
TRAUMATISMO Y HEMORRAGIA INTERCRANEAL
Tras ello, el fallecido cayó al suelo, donde el imputado continuó dándole patadas en todo el cuerpo y "especialmente" en la cabeza. Cuando intentó levantarse, le propinó una última patada en la cabeza que le hizo caer de nuevo al suelo, quedando tendido en él mientras el encausado se alejaba del lugar.
Como consecuencia de los golpes recibidos, la víctima sufrió un traumatismo raquimedular y una hemorragia intercraneal que le produjeron la muerte inmediatamente, sin que las asistencias médicas que se presentaron en el lugar minutos más tarde pudieran hacer nada para reanimarlo.