Más cerca. La Unión Deportiva Portuense está a un paso del ascenso. Le costó respirar tranquilo y saborear un triunfo que da prácticamente con la culminación del objetivo. Las finales no se ganan fácilmente, y los portuenses certificaron una victoria luchada y trabajada como pocas.
El gol inicial de los de José Juan Chacón a los 15’ abrió el marcador, pero no la resolución final. Minutos después, a falta de 4 para la conclusión de la primera mitad, el recorte a un defensa, los portuenses batían a los cañaíllas, que se habían ido arriba.
Ni el 2-0 inicial sirvió para encauzar un triunfo que hubo que esperar al tramo final para encontrar las diferencias en el marcador. Al filo del descanso, el Isleño recortaba distancia. Los isleños, bien situados, supieron jugar sus bazas y en dos jugadas bien hilvanadas supieron igualar la contienda. En un abrir y cerrar de ojos, el partido cambiaba de dueño.
La victoria ya no resultaría tan cómoda y el marcador empezó a iluminar una realidad bien diferente. Con una remontada en un minuto tras un contragolpe, los ánimos no decayeron. Duro varapalo pero aún quedaba todavía una segunda para parte por disputar.
Con 2-3 en el luminoso, la UDP tuvo el empate. El larguero repelió el lanzamiento. Los portuenses no supieron aprovechar sus ocasiones hasta entonces. Con el empate, y con una segunda mitad por dilucidar, el sufrimiento y a pesar de los goles que se fueron anotando dejaba traslucir la emoción y la intensidad con la que se jugó el choque. Las bajas y las fuerzas ya hacían mella en una escuadra que ve como su objetivo de ascender está más cerca que nunca.
El 7-3 sirvió para acariciar un ascenso que está a tiro de piedra. La próxima parada es culminar la hazaña con el partido del próximo sábado a domicilio a las 19.30 en Bahía Sur. El ascenso debe hacer realidad el sueño por el que se ha trabajado y soñado.
