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Campo de Gibraltar

El PP celebra que nuevas normas sobre tráfico aéreo respaldadas por la Eurocámara excluyen a Gibraltar

El portavoz adjunto del PP en la Eurocámara, Luis de Grandes, ha celebrado el voto de la Eurocámara \"después de la campaña de falsedades vertidas por un eurodiputado liberal británico, que ha llegado a decir que la nueva normativa ponía en riesgo la seguridad aérea\".

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El Partido Popular celebró ayer que la propuesta normativa sobre el tráfico aéreo y la reforma de los servicios de navegación aérea respaldada por la Eurocámara excluya al aeropuerto de Gibraltar, tal y como ha defendido el Ejecutivo español y algo que ha criticado el grupo de los conservadores británicos.

El portavoz adjunto del PP en la Eurocámara y portavoz de la Comisión de Transportes, Luis de Grandes, ha celebrado el voto de la Eurocámara "después de la campaña de falsedades vertidas por un eurodiputado liberal británico, que ha llegado a decir que la nueva normativa ponía en riesgo la seguridad aérea".

El eurodiputado 'popular' confiaba en que el proyecto aprobado sirva "para alentar un nuevo lenguaje que supere la colisión entre la llamada Declaración de Londres de 1987, que deja en suspenso la aplicación de las normas sobre tráfico aéreo al aeropuerto de Gibraltar, y la llamada declaración de Córdoba, que impulsada, en su día, por el exministro de Exteriores socialista Miguel Ángel Moratinos, tuvo que ser impugnada posteriormente por el actual gobierno de España". "Es hora de que Londres sea consciente de que los incidentes que unilateralmente está provocando el Ministro Principal de Gibraltar están afectando a las naturales y deseables relaciones de amistad entre España y Reino Unido", ha recalcado en un comunicado.

CRÍTICAS DE LOS CONSERVADORES BRITÁNICOS

La eurodiputada conservadora británica Jacqueline Foster ha criticado en cambio que la normativa respaldada por la Eurocámara discrimina a Gibraltar al excluirle de la propuesta, algo que ha calificado de "indignante  y movimiento provocador".

"Los conservadores están indignados por una cláusula adicional inspirada por los españoles al informe de la Comisión de Transportes del Parlamento que excluye a Gibraltar, que es una parte del Área de Aviación Único, totalmente de las propuestas", ha explicado la eurodiputada en un comunicado, en que ha justificado el voto en contra de los conservadores "por el hecho de que la mayoría del Parlamento rechazó reconocer la soberanía del Aeropuerto de Gibraltar".

PRINCIPALES PUNTOS DE LA PROPUESTA.

El pleno del Parlamento Europeo ha respaldado este miércoles --por 489 votos a favor, 154 en contra y 34 abstenciones-- la propuesta legislativa para acelerar la reforma de los servicios de control del tráfico aéreo y de navegación aérea en Europa a fin de mejorar la gestión del tráfico aéreo y reducir la contaminación, además de mantener la competitividad de las aerolíneas.

 La propuesta, que todavía debe ser pactada con los Gobiernos, refuerza las normas de control al dar a las autoridades de aviación nacionales más independencia y permitiría a la Comisión Europea designar a un organismo imparcial e independiente para ayudarles a cumplir los objetivos de rendimiento de seguridad, reducción de la contaminación, capacidad y eficiencia del coste, que Bruselas quiere que se fijen de forma más independiente, para mejorar los servicios y reducir costes.

La Comisión Europea recuerda que las auditorías de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) han mostrado grandes deficiencias en el control de las organizaciones del tráfico aéreo en los Estados miembros y por ello ha propuesto la planea separación tanto a nivel de organización como presupuestario de las autoridades nacionales de supervisión y las organizaciones de control del tráfico.

Igualmente, la propuesta prevé una cooperación más flexible entre las autoridades nacionales, las compañías de servicios de navegación aérea y las aerolíneas con el objetivo de reducir la actual fragmentación en la gestión del tráfico aéreo en función de las fronteras y mejorar así el servicio.

Así por ejemplo las normas propuestas permitirían a los proveedores de servicios de navegación aérea y las aerolíneas  acuerdos de cooperación reforzada más allá de los actuales límites de los Bloques Funcionales del Espacio Aéreo del Cielo Único Europeo, que deben sustituir los bloques de tráfico aéreo nacionales actuales y buscan reducir costes y emisiones y mejorar la eficiencia.  La Comisión ha propuesto implicar a la industria para apoyar la creación de los bloques.

Los eurodiputados han dejado claro en su postura negociadora que antes de dar más pasos para liberalizar, como ha propuesto la Comisión, los servicios de apoyo como de predicción meteorológica y los servicios de información de navegación aérea se necesitan más evaluaciones de impacto, que deberán hacerse como muy tarde antes del 1 de enero de 2016.

No obstante, defienden que los proveedores de servicios deben poder convocar concursos cuando elaboren sus planes de negocio de cara a escoger al proveedor más ventajoso, en términos económicos y de calidad.

COMBATIR LA FALTA DE CAPACIDAD.

El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Transportes, Siim Kallas, ha celebrado el voto positivo en la Eurocámara porque "es vital para alentar la competitividad del sector aéreo, crear empleo y contribuir al crecimiento económico de Europa" y contribuirá a alentar el proyecto del Cielo Único Europeo en su conjunto. "Ahora les toca a los Estados miembros llevar esta cuestión importante adelante y cumplir un sistema de tráfico aéreo verdaderamente eficiente en Europa", ha apostillado.

La propuesta busca combatir la falta de capacidad aeroportuaria en Europa dado que se estima que el número de vuelos crecerá un 50% de aquí al 2020.

El Ejecutivo comunitario critica que las ineficiencias ligadas a la fragmentación del espacio aéreo cuestan cerca de 5.000 millones de euros al año a las aerolíneas y sus clientes, alargan las distancias medidas en 42 kilómetros de los vuelos y ello a su vez genera más costes y más emisiones, además de más recargos y más retrasos, mientras que en Estados Unidos el control del tráfico aéreo le cuesta casi la mitad, a pesar de que tiene más tráfico.

Bruselas calcula que si se aplica plenamente su propuesta las aerolíneas se pueden ahorrar unos 2.900 millones de euros al año y se podrían reducir unas 2.400 millones de toneladas de CO2.

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