El primer secretario del PSC, Pere Navarro, ha admitido este miércoles que no ha hablado con los tres diputados díscolos que se desmarcaron de la disciplina de voto en la votación del 16 de enero en el Parlament sobre la consulta: "No he hablado con ellos. No me lo han pedido".
En declaraciones a TV3 recogidas por Europa Press, ha reivindicado que él es una persona de consenso y que hablaron "mucho antes de la votación", tanto con los sectores críticos del partido, como con otros cargos como alcaldes y dirigentes territoriales.
Ha asegurado que será "escrupulosamente respetuoso" y no interferirá en la decisión de la Comisión de Garantías del partido, en cuyas manos se encuentra el futuro de los tres díscolos, que por ahora están suspendidos cautelarmente de sus cargos en el partido y en el Cámara catalana.
La dirección del PSC ha pedido a los tres díscolos en reiteradas ocasiones que entreguen el acta, pero Navarro ha evitado pronunciarse sobre cuál debería ser el futuro de estos diputados para no "mediatizar" el conflicto y que se interprete que trata de influir en la Comisión de Garantías.
"La comisión es independiente y actúa solo dando cuentas al congreso del partido", ha sentenciado el líder socialista, que ha negado que el partido padezca una sangría de militantes, y ha asegurado que es el único partido central y útil en la política catalana que combate las políticas de ajuste de CiU y PP.
VOTACIÓN EN EL CONGRESO
Ha negado que en el PSC haya una "disciplina férrea" que penalice a los que discrepan, y ha recordado que, tras ganar el liderazgo del partido con más de un 70 por ciento de los votos en el congreso de hace dos años, lo que hizo fue integrar a los críticos en la Ejecutiva y en la candidatura al Parlament.
Navarro ha descartado que en el Congreso se repita el episodio del Parlament y algún diputado socialista se desmarque de la disciplina de partido en la votación de la consulta, y ha insistido que la posición del PSC es "absolutamente democrática" al tener el aval del Consell Nacional del partido.
