La jueza que instruye las diligencias por el asesinato en Níjar (Almería) de la joven marroquí de 27 años H.A. ha dado traslado a la Fiscalía para que informe si procede anular la declaración que su exmarido y presunto autor del crimen K.E. prestó en la Comandancia e indique si considera que la forma de actuar de la Guardia Civil fue "contraria a derecho".
En una providencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer da respuesta al escrito presentado por el abogado defensor del imputado en el que solicitaba la nulidad de la confesión al considerar que los agentes "impidieron" el desarrollo "normal" de su labor de asistencia jurídica.
La jueza da traslado a la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia almeriense para que elabore un informe "aclarando" los "extremos" indicados en el escrito elevado por el letrado Marcelo Quílez y dispone que, con el resultado, se dé traslado al Ministerio Fiscal para que evacue informe.
Según el escrito registrado el pasado martes, un día después de la detención, en el juzgado, el sargento al mando de la detención le dijo al abogado que "no podía interrogar" a su patrocinado cuando éste prestaba declaración en la sede policial. Detalla, asimismo, que también se le negó copia de lo declarado.
Apunta en esta línea que la asistencia letrada a su cliente se desarrolló "sin incidencia alguna" salvo porque los agentes "no dejaron ver lo actuado" en el expediente ni participar en el "largo interrogatorio" de la Guardia Civil, que se extendió durante casi tres horas.
Para Quílez, la actuación no estuvo "acorde con las normas fundamentales del derecho de defensa" del acusado por lo que rechazó firmar el acta de declaración del detenido al tiempo que solicitó que se hiciera constar en la misma la citada "incidencia". El letrado indica en su escrito que la "incidencia" se recogió con "añadidos".
Cabe recordar, no obstante, que K.E., de 38 años, afirmó ante la jueza que quitó la vida a su excompañera en la madrugada del 1 de octubre estrangulándola, primero con las manos y luego con "una cuerda que tenía bajo la cama" después de ella se "despertase" e intentase resistirse, aunque "no le dio tiempo a pedir auxilio".
Relató que cuando se dio cuenta de que la había matado, se "asustó" y no "sabía qué hacer con el cuerpo", por lo que fue a "buscar un sitio donde enterrarla". Ha añadido en su declaración en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer que cuando lo encontró "cogió una pala y una azada y la sepultó envuelta en sábanas en una fosa", que ocultó con "tubos encima".
El imputado, en prisión incomunicada y sin fianza, admitió, asimismo, que "no le contó nada a nadie" y que a un familiar solo le dijo que se había ido a Francia. También trasladó estar "muy arrepentido" y querer "penar su culpa".
"PENSAMIENTO DE MATARLA"
K.E. fue arrestado a las 8,15 horas del día 13 ,y tras su detención, indicó a los agentes dónde había enterrado tres meses atrás, en una finca agrícola del paraje El Polver, el cuerpo sin vida de la víctima, quien se había separado de él en el mes de agosto y cuya desaparición no fue denunciada hasta ocho días después del crimen por un familiar.
Hizo referencia en este punto a supuestas relaciones de la víctima con otros hombres y señaló que, según sus propias palabras, el "pensamiento de matarla empezó" la tarde antes de la noche en que cometió el crimen "cuando la vio llegar a casa con otro hombre", lo que derivo en la calificación jurídica de los hechos como asesinato.
K.E. aludió también a una supuesta discusión tras "reprochárselo" y relató que estaba "muy nervioso, alterado, bastante enfadado, con el corazón latiendo con mucha fuerza". "Pensaba si matarla o no, o si echarla. Pensaba en matarla pero no sabía como", dijo.