El 6 de diciembre del 2012 será para siempre una fecha histórica para la ciudad de Córdoba, puesto que fue entonces cuando alcanzó su tercera distinción como Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco, y el primero que lograba por una tradición ligada exclusivamente a su idiosincrasia, los patios.
Gitanillas, claveles, balcones floreados, y sobre todo sus cuidadores, vecinos anónimos que han desarrollado durante años el cuidado de los patios, se han convertido desde hace un año en protagonistas del desarrollo turístico de Córdoba, a la luz de un galardón que desató el júbilo en la ciudad en la mañana del 6 de diciembre del 2012.
Era el tercero que recogía Córdoba, tras el que ya tenía la Mezquita Catedral y el Casco Histórico, pero también el más especial, puesto que los patios son una tradición cien por cien cordobesa, y una manifestación única labrada muy en parte por el trabajo de la ciudadanía.
Es esta característica la que recuerda hoy el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, quien ha explicado a Efe que los patios son "una reafirmación de un cierto orgullo" cordobés, al haber creado de la nada una fiesta popular que sólo se da en esta ciudad y "en ningún otro sitio".
Nieto nunca olvidará la mañana del 6 de diciembre, que llegaba después de una jornada entera de nervios, finalmente con la alegría de saber que los patios cordobeses eran Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, algo que, para él, quedará para siempre "en la retina" de muchos ciudadanos.
Porque para el alcalde, los patios son una vía para establecer un vínculo de toda la ciudad con el casco histórico y mantener una tradición ancestral de Córdoba, que se remonta a la época romana, y que hoy se sigue realizando con mucho cariño y la implicación personal de muchas familias.
A estas personas ha dedicado el premio el regidor, que ha destacado que en este año se ha trabajado intensamente por colocar a los patios en el centro de la oferta turística cordobesa.
El primer fruto recogido del premio fue la "espectacular" edición del concurso de patios del 2013, que tuvo un número de visitas altísimo, y que para el año que viene quieren potenciar aún más desde el Ayuntamiento.
Además, la declaración llevaba implicado el compromiso por parte de las administraciones es de cuidar y consolidar esta fiesta, para lo cual la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento están trabajando en un plan turístico que pivotará alrededor de los patios.
"Queremos que toda la promoción al exterior tenga siempre presente ese festival de los patios. Hemos entendido que la declaración era el arranque de una nueva etapa para dimensionar a los patios", apunta el alcalde.
Y, aunque no se puede negar que los patios son hoy en día mucho más conocidos que hace un año, no todo son "palmaditas en la espalda" entre los amantes de esta fiesta.
La puntilla la pone, por ejemplo, Rafael Barón, miembro de la Asociación de Patios "Claveles y Gitanillas", quien señala que esperaba "algo más" tanto de las instituciones como de los cordobeses en este año uno después de la Unesco.
Barón reconoce el "orgullo" que sienten desde la asociación por la declaración de Patrimonio Inmaterial, conseguido tras muchos años trabajando en la fiesta más singular de Córdoba, pero esperaba mayor colaboración de instituciones y ciudadanía con los propietarios y cuidadores, ya que son los que mantienen estos recintos.
En cualquier caso, agradece el premio, porque ha servido para venga mucha gente y se conozca la fiesta fuera de la provincia, y para que los cuidadores tengan que trabajar más con el mismo cariño de siempre.
"No vamos a cambiar de actitud. Por mucha gente que venga siempre vamos a tener las puertas abiertas en estos patios tan emblemáticos", finaliza Barón.
Lo dice desde su patio cordobés, que en pleno diciembre y a pesar del frío, sigue siendo un espectáculo para los sentidos. Puro Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
