El próximo martes 19, a las 18 30 horas, tendrá lugar en el salón de actos del colegio Nuestra Señora del Carmen el acto inaugural del 150 aniversario de la llegada de las Hermanas Carmelitas a San Fernando. El mismo constará de tres partes. Durante la primera las hermanas del centro, la Academia De San Romualdo, el Ayuntamiento y la comunidad educativa harán una ilustración sobre la educación en San Fernando. Posteriormente se descubrirá el cartel conmemorativo y, por último, se ofrecerá una copa a los asistentes.
Durante el curso se realizarán a una serie de actos conmemorativos como serán el festival Canción Vedruna; exposición de fotos en la Casa de la Cultura; recorrido Vedruna por las antiguas casas donde vivieron las hermanas; actividades con los alumnos, etc... y clausurará los actos la Coral de San Fernando.
La llegada de las Hermanas a Andalucía se produjo con motivo de la guerra de Marruecos, en 1860. Un año después, acabada la guerra, la comunidad en bloque se trasladó a Cádiz para establecerse en el hospital de mujeres de la ciudad. De este modo el Instituto se quedó en Andalucía de forma permanente. Dos años más tarde pasaban a San Fernando para encargarse de un asilo de huérfanas.
El día 7 de octubre de 1863 un grupo de cuatro hermanas vienen acompañadas del padre Bernardo Salas y la madre Teresa Prat. Queda de superiora la madre Rosa Roca y con ella las hermanas Rosa Cendrós, Josefa N. y Luisa Barredo. Se instalan en una casa de la calle Real, a las afueras de San Fernando, cerca del convento de los Carmelitas Descalzos, viejísima y desmantelada por un incendio.
Tuvieron que soportar gran pobreza y las molestias de un grupo de jóvenes que privados de los bailes por causa de la llegada de las hermanas las molestaban por las noches, profiriendo palabras de violentas amenazas y llegando incluso a disparar contra la habitación de una hermana. Quince meses resistieron en tales condiciones, pero al fin, el 1 de enero de 1865, se trasladaron a la plaza de la Viñuela en una casa que les había proporcionado el señor obispo capuchino Fray Félix de Arrieta, en donde pudieron vivir con más comodidad y hasta tener su pequeño oratorio.
Desde entonces han pasado 150 años impregnados de los valores transmitidos por santa Joaquina de Vedruna en su labor pastoral-caritativa. La comunidad educativa se siente agradecida de haber podido compartir este proyecto tan generoso de la orden Vedruna con toda la ciudad de San Fernando durante tantos años en los que el esfuerzo, el cariño, la generosidad, la ilusión, la familiaridad, la cercanía, la alegría han sido los pilares que han forjado hombres y mujeres para la vida.
