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Arcos

El pregón oficial de Navidad desde su condición de poeta

En esta otra primavera que en ocasiones es el otoño andaluz, la Navidad es un presagio necesario que en Arcos se alimenta de versos al Niño Dios. De su piropo lírico, el poeta arcense-madrileño Jorge de Arco pronunciará el pregón oficial de la Navidad 2013, que ha de tener lugar el 18 de diciembre p

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  • Jorge de Arco. -

Así lo confirmaba el también poeta arcense y mentor del pregón que la Asociación de Belenistas de la Adoración, como organizadora, pone en sus manos. Antonio Murciano daba la buena nueva que, en esta ocasión, le toca de lleno en la sangre, pues De Arco no es otro que su sobrino, tal vez, el más activo con las letras. Como diría Murciano, éste es “El año dulce de Jorge”, pues cabría recordar que ha recibido el premio José Zorrilla, uno de los máximos galardones que se conceden en este país a una obra poética. A Jorge, lo veíamos hace unos días cenando sobre el escenario del madrileño teatro del Reina Victoria junto a un grupo de actores, académicos, periodistas y otras personalidades culturales, celebrando el premio y la aparición de su libro Las horas sumergidas; argumentos de peso, junto a otros, para endulzar un año especialmente prolijo para el director de la revista poética nacida en Arcos, Piedra del Molino.

—¿De dónde viene esa necesidad de 'regalar' una Navidad lírica a la ciudad a la que también 'regala' una preciosa revista poética cada estación y una reseña bibliográfica cada semana en este periódico? Pregón de Navidad, ¿por qué?
—Mi condición de poeta es, sin duda, una razón de peso para apostar por un pregón donde se combine mi devoción navideña con la intención de hacer un guiño cómplice a algunos de los poetas que con tanto fervor han cantado la Navidad. La noticia me ha hecho muchísima ilusión y será un verdadero placer estar con tantos arcenses el próximo día 18 de diciembre en San Pedro. 


—¿Había algo de obligación por medio? El mentor del pregón es su tío, que en cierto modo le exigía una "guinda" a su "año dulce" después de las últimas publicaciones y premios recibidos…
—Obligación, no, más bien sorpresa y alegría. Es cierto, que este año está resultando muy propicio en reconocimientos, y una "guinda" tan llena de responsabilidad y de cariño, no hace sino apuntalar un espléndido 2013. Agradezco de corazón la confianza que ponen en mi persona y en mi palabra para vivir una fecha tan señalada en el calendario de nuestro querido pueblo.

—¿Será este 2013 un año decisivo en su carrera literaria o ha sido un ejercicio de recogida de frutos?

—Todo reconocimiento sigue siendo un acicate para el creador. El hecho de verse premiado, editado, leído…, ayuda a seguir creyendo en un oficio como el de escritor. Tal vez no haya en la vida literaria "años decisivos", pero sí podría hablarse de instantes puntuales en los que el empeño, el sacrificio y  la constancia se ven recompensados con mayor intensidad.

—¿Qué sentimientos despierta la Navidad en un poeta de su generación? El ambiente familiar le contagiará sobremanera…
—Para mi familia, la Navidad ha sido siempre un momento de gozo en el que hemos compartido y concelebrado de forma feliz y recogida unas fechas muy entrañables. Así, lo vivo también con mi mujer y mis hijos. Y con mis versos, a los que he dedicado diversas composiciones con el tema navideño de fondo.

—Aunque la Navidad es un acontecimiento universal, ¿considera que en los pueblos, en lugares como Arcos, se vive o se siente de manera especial?
—Creo que en un pueblo, puede sentirse de forma más íntima y cálida la realidad del sentimiento navideño. Para mí, que resido en Madrid, la Navidad debería tener un mayor enraizamiento en la tradición y costumbre originarias. Y precisamente en este aspecto, pienso que radica la diferencia con las  grandes ciudades, pues en estas, el sentido comercial parece primar, en ocasiones, por encima de los verdaderos mimbres que sostienen el acervo navideño.

—¿Qué noticias le llegan de la actividad y del trabajo de los belenistas que custodian este pregón?
—Me llega su esfuerzo, su fervor y su extrema dedicación a una actividad entrañada y entrañable. De ahí, mi admiración y mi afecto por sus iniciativas.

—¿Qué idea debemos hacernos los oyentes del pregón, si es que debemos hacernos una idea, sobre lo que a buen seguro disfrutaremos el próximo 18 de diciembre? ¿Nos encontraremos al hombre?, ¿al escritor?, ¿al poeta?, ¿al niño expectante con la llegada de la Navidad?...
—Bueno, tal vez sea pronto para dar cuenta de cuanto voy a decir, no porque me niegue a dar una primicia, sino porque apenas hace una semana que me comunicaron -nunca mejor dicho- la "buena nueva". Estoy empezando a pergeñar y vertebrar lo que será mi pregón, pero a buen seguro que todos esos ingredientes que comentas no faltarán al hilo de mis palabras.

—¿A quién o a quiénes le dedicaría su pregón? Tal vez a la ternura infantil que siente de cerca como padre…
—Al haber recibido de mis padres una educación navideña tan solidaria y de tanto afecto hacia las tradiciones, tengo muy presente, cada año en mi casa, estos días tan llenos de vida y magia. El hecho de tener dos hijos -de 6 y 4 años respectivamente-, contribuye a que la ilusión se transmita y se comparta, y por ello, además de mis padres, de mi familia y todos mis parientes arcenses, mis hijos y mi esposa estarán ese día 18 muy, muy cerquita del corazón.

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