Dos patrullas de los equipos de lucha contra el Robo en el Campo (ROCA) reforzarán la seguridad durante la recolección de la aceituna en la provincia de Jaén, donde no habían llegado estos grupos al tener el índice de denuncias por este tipo de hechos "por debajo" del registrado en España.
En rueda de prensa tras la reunión celebrada este jueves con organizaciones del sector para planificar los dispositivos de seguridad y control laboral en la próxima campaña, el subdelegado del Gobierno, Juan Lillo, ha destacado que está "ya muy estudiado" y va a haber "pocas modificaciones".
Entre ellas, ha aludido a la recomendación para que, junto al guía-conduce obligatorio, quienes transporten la aceituna puedan llevar "con carácter voluntario" una fotografía Sigpac (Sistema de Información Geográfica de Identificación de Parcelas Agrícolas) firmada o autorizada por el dueño para definir aún más la procedencia del fruto. Es una iniciativa "experimental", de modo que en función de los resultados que se obtengan se analizará la idoneidad o no de convertirla en obligatoria.
Además y junto a la labor habitual de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, incluido "como siempre" un escuadrón de caballería itinerante, Lillo ha resaltado como novedad la presencia de dos unidades Roca, creadas por el Gobierno para luchar específicamente contra el robo en el campo y que no se habían implantado en Jaén dado su menor índice de denuncias.
Cada una estará compuesta por cinco agentes de la Guardia Civil y se ubicarán en Úbeda y Martos, dos municipios con un gran peso olivarero que "focalizan" también las denuncias por sustracción de aceituna.
Al hilo, el subdelegado ha explicado que durante la pasada campaña se denunciaron robos de 180.000 kilos de fruto, de los que se pudieron recuperar 35.000. En este sentido y tras recalcar que se mantendrán los controles en almazaras y en los puntos de compra de aceituna para que no se pueda recoger si no es con la documentación que acredite su origen, ha hecho un llamamiento a la colaboración ciudadana para que se avise de cualquier "cosa rara" que se observe en explotaciones.
Junto a la vigilancia para disuadir de posibles robos, Lillo ha hablado también de los controles de tipo laboral, de manera que la Inspección de Trabajo volverá a participar para comprobar que las contrataciones cumplen la ley. Según ha dicho, en la pasada campaña se realizaron unas 180 inspecciones en tajos y no se encontró a ninguna persona "fuera de juego", si bien ha reconocido que fue "atípica" por la escasa cosecha.
NO SE NECESITA MANO DE OBRA FORÁNEA
Igualmente, ha insistido en que, debido a la alta tasa de paro de la provincia, por encima del 40 por ciento, no se necesita mano de obra foránea para la recolección, aunque ha reconocido que es "imposible de evitar" que exista quien quiera desplazarse así como tampoco "augurar" la afluencia que se puede dar.
"Por la libre circulación de personas dentro de lo que el espacio europeo, no se puede impedir que alguien llegue pidiendo trabajo. Otra cosa es que lo tenga o no lo tenga, pero el derecho a pedirlo, el derecho a moverse, sí lo tiene", ha comentado Lillo "hablando de las personas que están dentro de la legalidad". En la reunión, por último, se ha decidido fijar como fecha de inicio para la rebusca el 1 de marzo.