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Huelva

Comerciantes al frente de un barrio

Un repaso por Isla Chica, una barriada con identidad propia que hace gala de su comercio de barrio y que aguanta las embestidas de la crisis con imaginación y perseverancia

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  • Comercios en Isla Chica -

Son el alma de un barrio, el origen y su futuro, y por ende, son los que mejor conocen sus potencialidades y debilidades. Hablamos de los comerciantes de Isla Chica, que definen su barrio como una pequeña ciudad dentro de Huelva que “siempre ha sido comercial y es la zona de la capital que, comercialmente, más futuro tiene de Huelva”.

Sin embargo, eso no evita que tenga varios puntos débiles, sobre todo en estos tiempos de crisis y de grandes superficies. El presidente de la Agrupación de Empresarios del Comercio de Isla Chica, Juan Carlos Vizcaíno, hace un recorrido para Viva Huelva por el presente y el futuro de un barrio con alma propia en mitad de la ciudad.

En este sentido, Vizcaíno reconoce que “Isla Chica está ahora mismo en unos momentos muy difíciles”, una situación generalizada pero que se agrava porque “es un barrio eminentemente comercial, y aunque hay comerciantes innovadores que están haciendo apuestas bastantes fuertes, estamos viviendo una época de medianas superficies de fuera que son auténticos parásitos”. El porqué de este calificativo pasa por la falta de implicación: “No colaboran para nada con el barrio, pero se benefician de todos los logros que consiguen los pequeños y medianos comercios, que entre otras cosas, hacen barrio y velan por él, y vienen a llevarse el dinero, a crear unos puestos de trabajo muy deficitarios, ya que es el pequeño y mediano comercio tradicional el que crea más del 80% del empleo en Isla Chica”.

Por ello, esta asociación se ha sumado a la campaña de promoción de la Diputación “Que sea de Huelva”, y por ello, a partir de septiembre impulsaran una nueva iniciativa de concienciación de “lo que significa el pequeño y mediano comercio de Isla Chica, que tiene una media de 26 años y por el que han pasado hasta tres generaciones, que vive y gasta en el barrio y se implica en su día a día”.

Prueba de ello, explica Vizcaíno, es que la agrupación de comerciantes se ha convertido en la canalizadora de las demandas de los vecinos. “Nos estamos convirtiendo en la voz del movimiento vecinal porque ven que somos una entidad totalmente independiente, con economía propia, y que lo que queremos es lo mejor por el barrio”, explica.

Por esta razón, conocen perfectamente los puntos flacos de Isla Chica, en los que las administraciones tienen mucho que decir, y lo que más lamenta Vizcaíno es que “muchas veces no es un tema de dinero, sino que se trata de voluntad y de querer hacer”.

En este sentido, explica que “pactamos con el alcalde una zona de aparcamientos en la zona del antiguo estadio, con el objetivo de facilitad las compras, además de que se adecentaría la zona, que es un foco de suciedad”. Aún no se ha hecho.

También con respecto al Ayuntamiento, detalla que “otra cosa fundamental es quitar ya el carril bus de la avenida Federico Molina, que es el único que existe en toda Huelva y es un verdadero castigo porque no tiene utilidad ninguna, congestiona el tráfico, no permite ningún tipo de aparcamiento y es un creador de multas”. A esto hay que añadir que “tenemos un estudio que demuestra que es hasta ilegal, porque hay tramos de acera que tienen menos de dos metros y con el espejo retrovisor del autobús se puede golpear a los peatones en determinados tramos”.

Otro ejemplo de la pasividad de las administraciones es la relativa a la iniciativa de los comerciantes de crear un centro comercial abierto, cuyo primer paso sería delimitar y y señalizar los puntos de entrada a la zona comercial de Isla Chica. Aunque están en conversaciones con el Consistorio, Vizcaíno lamenta que “creemos que desde las instituciones hace falta un apoyo más decidido, facilitar el papeleo y apoyarnos en este recorrido a través del desierto”.

Limpieza y mantenimiento
En cuanto a la fachada actual de barrio, Vizcaíno relata que “el estado de limpieza dejar mucho que desear últimamente, y aunque también hay que concienciar sobre el civismo, ya no se nota la periodicidad de limpieza sobre las calles”.

A esto añade que en determinadas zonas, en las inmediaciones de la calle Bonares, han tenido que pedir al Ayuntamiento y a la Policía Local que “intensifiquen la vigilancia porque hemos tenido algunos problemas de seguridad”.

Chinatown en José Fariña
Por último, volviendo al tema del comercio en Isla Chica, no podía faltar la alusión a la proliferación de comercios chinos en el barrio, principalmente en la avenida José Fariña. En este sentido, Vizcaíno reconoce que “está afectando bastante, y aquí hay que llegar a un acuerdo para lograr la integración de este sector con el pequeño y mediano comercio tradicional”, algo que está siendo difícil de lograr a pesar de que “siempre estamos tendiendo lazos de integración”. No obstante, no cejan en el empeño y van a impulsar una nueva campaña de integración en la que quieren tener de aliada a la Universidad de Huelva para que sea un éxito.

Por último, Vizcaíno termina con un alegato a favor de su barrio: “Es el mejor sitio para vivir en Huelva con diferencia, tenemos muchas carencias, sobre todo en ocio y restauración, pero poco a poco se va a ir solucionando, sólo es cuestión de voluntad, imaginación y apoyo, que debe venir desde las administraciones”.

A falta del nuevo centro de salud, unidad de Salud Mental
Los comerciantes no sólo tienen quejas para el Ayuntamiento, también tienen un gran reproche para la Junta de Andalucía: el nuevo centro de salud, algo que consideran “vital” no sólo para revitalizar la zona, sino para solucionar las grandes carencias del actual, en la plaza Perlita de Huelva, criticado desde su apertura por sus pequeñas dimensiones.

La clave está en los terrenos del antiguo estadio, donde se proyectó un centro comercial que por el momento es “inviable”, entre otras cosas, porque una de las empresas responsables ha entrado en concurso de acreedores. En la misma zona se planificó un nuevo centro de salud, de dimensiones acordes a las necesidades del barrio, pero que según ha denunciado Salud en varias ocasiones, la parcela cedida por el Ayuntamiento no cumple, ni de lejos, las condiciones del proyecto, entre otras cosas, porque su dimensión es sólo una tercera parte de la necesaria.

Ante esta situación, los comerciantes piden un plus de entendimiento entre ambas administraciones. “Es hora de hacer de una vez una apuesta fuerte por el centro de salud, de rediseñar el proyecto y lo que haga falta”, explica Vizcaíno.

La pasada semana se reunieron con la delegada de Salud en Huelva, Lourdes Martín, que mostró su “disposición” a replantear el proyecto con el fin de darle un nuevo impulso.

Mientras tanto, los comerciantes se felicitan porque, al menos, por fin La Junta va a abrir la unidad de Salud Mental en un local de la Plaza Houston. Está previsto que abra sus puertas tras el verano, y los comerciantes esperan que el nuevo espacio “sirva para revitalizar el espacio”.

En cuanto al actual centro de salud, aunque los comerciantes lo consideran “una verdadera porquería”, desde Salud defienden que tras su ampliación en 2012, cuando se ganaron 45 metros cuadrados, el centro, modernizado y redistribuido para la comodidad de pacientes y profesionales, cumple las ratios y reune las condiciones necesarias.

La Plaza Houston
La nueva unidad de Salud Mental, que se traslada del hospital Vázquez Díaz para los pacientes de la capital, se ubicará en la Plaza Houston, un enclave remodelado no hace tanto pero que no ha contentado a los vecinos.

En este sentido, Vizcaíno explica que “por el tipo de construcción del suelo y del acerado, hemos tenido bastantes problemas de caídas de vecinos, situación que hemos elevado al Ayuntamiento y que se ha solucionado en parte colocando unas barandillas, y lo cierto es que han sido bastante rápidos en dar respuesta”.

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