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España

Un avión militar español vigila 50 campamentos piratas

Protege el tráfico marítimo y detecta actividades piratas para impedir ataques y ayudar a desarticular grupos de estos delincuentes

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Un avión del Ejército del Aire mantiene vigilados medio centenar de campamentos piratas en la costa de Somalia, una misión en la que en ocasiones cuenta con el apoyo de otros países que participan en la Operación Atalanta de la Unión Europea en el Océano Indico, pero que desde finales de este mes harán en exclusiva, y que permite obtener una información vital para poner coto a las actividades de estos delincuentes.

   Así lo ha explicado a los periodistas el jefe del 'Destacamento Orion', el teniente coronel José Manuel Cuesta, al frente de este contingente de unos 50 efectivos españoles que tiene su base en Yibuti, desde donde opera un avión de vigilancia P3 Orion para cubrir un espacio de un tamaño equivalente a todo el continente europeo, en misiones de búsqueda y reconocimiento de piratas y seguridad del tráfico marítimo.

   El avión español vigila de manera constante la costa somalí, donde, según ha indicado el teniente coronel Cuesta, se han identificado una decena de campamentos piratas con carácter permanente y hasta cuarenta que van moviendo. De ellas, "la más importante" está donde se encuentran fondeados en la actualidad los únicos dos buques que se están a día de hoy cautivos.

   Además, controla toda la zona de operaciones de la misión europea en el Océano Indico, que cubre el sur del mar Rojo, el Golfo de Adén y llega hasta las islas Seychelles, para supervisar el trafico marítimo y vigilar embarcaciones sospechosas. La información que obtienen es clave para la protección de mercantes, pesqueros y barcos del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, que llevan ayuda humanitaria a Somalia, así como para interceptar los grupos de piratas.

   Para controlar ese gran 'mar fallido', el avión dispone de un sistema de grabación en vídeo, que capta también imagen en infrarrojos (FLIR), por el que pueden ver con gran detalle todo el espacio que van sobrevolando. En el caso de que detecten alguna embarcación o campamento sospechoso, en la cabina viaja un fotointérprete que con una cámara de fotos convencional de gran alcance obtiene imágenes con mayor detalle que puede ir analizando el tiempo real.

INVESTIGADAS MÁS DE 3.000 EMBARCACIONES SOSPECHOSAS

   En total, los aviones de vigilancia desplegados por España han investigado más de 3.000 embarcaciones sospechosas en sus más de cuatro años de misión y han realizado más de 60.000 fotografías e imágenes FLIR tanto de buques como de la costa de Somalia, en 630 misiones. Este mismo domingo, el avión ha despegado para realizar la misión 631.

   Según explica el comandante del P3 Orion, el capitán Manuel Moreno, hacen vuelos de entre ocho y nueve horas, con una tripulación de 13 efectivos, entre ellos tres pilotos y el fotointérprete. En la actualidad, alternan sus misiones con las que realiza un avión alemán con base en Yibuti y también integrado en la Operación Atalanta, pero que a finales de mes volverá a su país, de manera que será el único aparato de esta misión que realizará esta labor.

   No obstante, en esta zona también operan aviones militares de vigilancia otros países como Estados Unidos, Japón y Reino Unido, con base en Yibuti, Bahrein y Omán, desde donde llevan a cabo misiones, en las que trabajan para sus intereses nacionales y lucha contra el terrorismo fundamentalmente. La coordinación se realiza en Bahrein, donde hay siempre un oficial de enlace español.

   En sus misiones, el avión P3 Orion contacta con los buques mercantes y pesqueros que navegan en el Indico y con los del Programa Mundial de Alimentos de la ONU. Una de sus tareas es garantizar su seguridad, por lo que permanecen atentos a cualquier indicio de que puedan estar sufriendo o vayan a sufrir un ataque.

   Además, en caso de asalto, el avión es avisado, ya que tienen la capacidad de llegar más rápido al lugar del ataque que las fuerzas navales europeas, en la actualidad un total de siete buques militares para cubrir toda la zona. Según apunta el teniente de navío Chesco Angosto, jefe de la misión a bordo del avión, aunque el P3 Orion no va armado, su presencia es disuasoria para los piratas, que en los últimos once meses no han logrado éxito en ninguno de sus intentos de secuestro.

   Para ello también se valen a veces de cartuchos de humo que pueden lanzar para asustar a los atacantes. "Imagina un avión volando a baja altura, a 500 kilómetros por hora y soltando botes de humo, huyen enseguida", explica el teniente de navío Angosto, que asegura que esta táctica "hasta ahora siempre ha funcionado".

   En ocasiones detectan embarcaciones antes de actuar con armamento a bordo, como fusiles AK47 o granadas RPG. En este caso, se da aviso al mando de la Atalanta en el Indico, que va embarcado en el buque insignia de la operación, para que pueda mandar a la embarcación que se encuentre más próxima a interceptarlo.

   Hasta ayer sábado, el mando lo ejercía la fragata 'Méndez Núñez' de la Armada española. El contralmirante Pedro García de Paredes se lo trasladó ayer al contralmirante Jorge Novo, de la fragata portuguesa 'Alvares Cabral'. Desde que comenzó esta operación, España ha estado al frente en cuatro ocasiones.

   Además, el avión de vigilancia también controla en tierra lugares donde los piratas suelen tener armamento, porque si detectan que desaparece del lugar donde estaba almacenado puede indicar que ha sido embarcado para un ataque.  Los piratas cuentan incluso con sistemas antiaéreos, que el avión militar tiene vigilado.

   La Unión Europea amplió el mandato de la Operación Atalanta y autorizó el año pasado las ofensivas aéreas contra estos objetivos, una misión que sólo se ha hecho hasta ahora una sola vez, desde helicópteros de combate embarcados en buques europeos, cuya nacionalidad no se desveló.

   Sólo en los últimos cuatro meses, en los que la 'Méndez Núñez' ha sido buque insignia de la operación, se ha detenido a 29 piratas. Además, se han desarticulado siete grupos. En las ocasiones en que se interceptan embarcaciones cuyos ocupantes lleven material para dedicarse a esta actividad delictiva y no exista una vinculación directa contra ellos, los militares a bordo de los buques de la Atalanta les retiran el armamento y les acercan a la costa de Somalí, confiscándoles los potentes motores con los que equipan sus embarcaciones. Desde que comenzó la operación a principios de 2009 se han desarticulado más de 130 grupos.

   En estos momentos, las acciones de piratería se encuentran en mínimos históricos, lejos de las cifras que alcanzó en 2009, cuando llegaron a contarse 52 buques secuestrados de forma simultánea. Desde entonces, el número de ataques con éxito ha ido disminuyendo gracias a la misión naval europea y a otras operaciones multilaterales, el compromiso de los pesqueros en reforzar su seguridad y la coordinación entre todos.

   En total, más de 750 militares han pasado por el Destacamento Orion, la mayoría del Grupo 22 del Ala 11 del Ejército del Aire, con base en Morón (Sevilla), en rotaciones de entre dos y cinco meses. Las tripulaciones rotan cada ocho semanas aproximadamente, ya que deben desplegar con frecuencia. El capitán Manuel Moreno, por ejemplo, se encuentra en Yibuti por sexta vez.

   En estos años, España ha tenido una presencia ininterrumpida en este pequeño país africano de algo menos de un millón de habitantes, situado al norte de Somalia, en el que Francia -antigua metrópoli hasta la independencia, en la década de 1970-- tiene una base militar de más de 3.000 hombres. Estados Unidos también tiene una presencia destacada.

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