Su juventud, sus ganas de vivir un matrimonio normal, la ilusión por cambiar a quien conoció y de quien se enamoró aún siendo un hombre con problemas de adicción al alcohol. Ésta es la historia de superación de un matrimonio de Los Villares, en el que él superó los problemas de adicción a las bebidas alcohólicas después de siete años de matrimonio en el que ella, Rosa María Aceituno, de 28 años, lo ha dado todo por ayudarlo a superar su problema, que arrastraba antes de conocerla.
“Cuando lo conocí tenía problemas con el alcohol, pero pensé que si nos casábamos él iba a cambiar, y no fue así durante siete años, en los que he convivido con una persona que se ha perdido lo mejor de sus hijos y que ha estado a punto de destruir el matrimonio”, ha valorado Rosa María Aceituno.
Durante estos años de convivencia la sufridora ha sido ella, víctima de los comentarios de sus vecinos, testigos del mal hacer de un hombre que siempre andaba en los bares y que se caía en la calle por no poder tenerse en pie, que quitaba dinero de la casa para gastarlo en alcohol. Tal fue así, que Rosa Mª Aceituno se refugió en su casa, no quería salir por evitar miradas malintencionadas y críticas de quienes conocían el problema de alcoholismo de su marido.
“Viví el problema muy sola porque a la gente de la calle no le puedes contar nada. Te dicen que te separes y ahí ven la solución al problema. Pocas personas supieron guiarnos”, valoró esta mujer. Sin embargo, apareció el presidente de la Asociación 'Volver a Nacer', Antonio Liébanas, que se convirtió en la persona que les ayudó desde el primer momento. “Nos ha dado mucho cariño y muy buena atención”, valora ella.
Al punto de la separación, un familiar del matrimonio aconsejó a su marido acudir a las terapias de 'Volver a Nacer'. Lo hicieron juntos, para hablar del problema en la Asociación, pero no llevárselo a su casa. Desde el primer día su marido dejó la bebida, su voluntad fue inmensa y algo tuvo que ver la capacidad de superación y querer ayudarle de Rosa María Aceituno.
Ahora es un “hombre nuevo”, miembro de una familia normalizada, alejada del alcohol. “Para mi su superación me ha hecho conocer a un hombre nuevo, que me está dando una vida nueva”, termina esta jienense.
