Miembros del sindicato CGT se han concentrado esta mañana a las puertas del Hotel Coso Viejo, tras el despido de una empleada del establecimiento, de la que reclaman la readmisión y la regularización total de sus condiciones laborales.
Según ha explicado Isabel García, a pesar de comenzar a trabajar como recepcionista en el turno de noche desde el 1 de julio de 2012, no fue hasta el 13 de diciembre cuando la empresa le comunica que le va regularizar su situación; eso sí, después de denunciarlo varias veces ante la Inspección de Trabajo.
La primera fue el 8 de noviembre, y el 19 de diciembre presentó otra por, según asegura, percibir su salario en dinero negro, sin cotizar a la Seguridad Social. A estas denuncias hay que sumar la que interpuso el pasado 8 de enero por retrasos en el abono del salario y del incumplimiento del Convenio de Hostelería para su categoría profesional y jornada nocturna. De hecho, García reclama unos 10.000 euros correspondientes a las diferencias salariales del periodo julio a diciembre 2012.
Para intentar llegar a un acuerdo, se citó a la empresa ante el Centro de Mediación, Arbitraje y Conciliación el pasado 22 de febrero. Sin embargo no alcanzó, lo que ha obligado a recurrir a la vía judicial, aunque todavía no ha fecha para el juicio.
“Todo ha sido por pedirme más trabajo y yo negarme porque ni me corresponde. Ni me querían pagar ni dar de alta, y les dije sin derechos más obligaciones no me parecía justo”, ha comentado García, quien está convencida de que las trabas que ha tenido llegaron tras pedir que se convocaran elecciones para elegir representantes sindicales.
Finalmente fue el pasado día 7 de marzo cuando empresa le comunicó a García que prescindía de sus servicios, argumentando el final del contrato. Sin embargo, ella niega haber firmado documento alguno.
En este sentido, en el sindicato aseguran que adoptaran cuantas medidas estén en su mano para que se haga justicia con la situación de una madre de cuatro hijos, separada y en puertas de ser desahuciada. “Como estaba en el turno de noche, no hay inspecciones de trabajo, no está controlado y más fácil defraudar”, ha comentado Juan Rivas, de la sección de Hostelería de CGT, quien también ha asegurado que hay otros trabajadores que no se atreven a denunciar “la situación precaria que están padeciendo”.
