El secretario de Estado de Servicios e Igualdad, Juan Manuel Moreno, ha revelado que dentro del Sistema de Atención a la Dependencia (SAAD) existían "muchos casos" en los que el cuidador no residía ni siquiera en la misma comunidad autónoma que el dependiente al que debía atender en su hogar a cambio de una paga mensual.
Así lo ha asegurado el 'número dos' del departamento de Ana Mato en una entrevista en 'Los Desayunos' de TVE, recogida por Europa Press, donde ha defendido los cambios que ha introducido el Gobierno en la Ley para la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia, como el de rebajar un 15 por ciento esta la prestación económica para cuidados familiares con el objetivo de que se opte "prioritariamente" por el cuidado profesional.
"Queremos hacer menos atractiva la atención familiar y, para ello, le hemos asignado una cuantía económica menos interesante", ha justificado Moreno, para añadir que con la crisis han crecido las solicitudes de estas ayudas. "Hemos intentado hacerlo lo menos apetecible para que no se entienda como una ayuda directa a la familia", ha añadido.
Además, ha indicado que su departamento está vinculando las prestaciones de la norma al sector profesional, donde "hay más capacidades para evaluar al dependiente, están mejor tratados, y donde se genera actividad económica y empleo". Esto, según ha añadido, ha hecho que la lista de espera "se haya reducido seis puntos en un año".
El secretario de Estado ha descartado que la Ley de Dependencia esté "mortecina" y ha asegurado que actualmente tiene "más vigor que nunca", pues el sistema estaba "totalmente colapsado" y Sanidad está intentando "aclararlo, poner orden, transparencia y desatascarlo". "Parece que antes de que llegara el actual Gobierno la ley funcionaba perfectamente y eso no es cierto", ha aseverado.
Si bien ha reconocido que se trata de una norma que nació "con el consenso de todos", también el del PP, sin embargo, ha advertido de que se hizo "sin orden ni concierto y sin mucha previsión". A su juicio, la aplicación de la Ley de Dependencia "ha hecho aguas" y el Gobierno ahora tiene que poner "un poco de rigor" y "sentido común" para que pueda tener "viabilidad y futuro".