Carlton Berry, un varón de 22 años, ha sido acusado de asalto a mano armada seguido de disparos en relación con el tiroteo ocurrido ayer martes en un campus universitario de Houston (Texas), en el que resultaron heridas tres personas, una de ellas en estado crítico, según han informado las autoridades.
El incidente, que se produjo en la biblioteca del campus del Lone Star College (cerca de Houston), comenzó como una discusión verbal que se agravó y acabó en un tiroteo. Durante los hechos se utilizó una pistola, pero no hay más informaciones sobre el tipo concreto de arma.
Carlton Berry ha sido hospitalizado a causa de las heridas que sufrió durante el tiroteo, según ha informado el portavoz de la oficina del Sheriff del Condado de Harris, Alan Bernstein.
Las dos personas implicadas en el tiroteo se encuentran en el hospital con heridas de bala, incluida una mujer identificada como estudiante y que ha sido ingresada por causas médicas ajenas a una posible herida de bala.
Un portavoz de las fuerzas de seguridad informó el martes de que una de las personas heridas había sufrido un infarto durante el tiroteo. Aparte, un trabajador de mantenimiento que estaba en la zona resultó herido en una pierna.
Un empleado de ambulancias ha informado de que su compañía trasladó a tres personas a los hospitales locales, una en estado crítico y otras dos en situación de "urgencia".
El tiroteo en este campus, que alberga a 10.000 estudiantes, se une a la larga lista de incidentes similares. El pasado mes de diciembre, un hombre armado mató a 20 niños y seis adultos en un colegio de Connecticut.
Aparte, a lo largo de las dos últimas semanas se han registrado hasta tres tiroteos en colegios y institutos de Estados Unidos: el 10 de enero, un estudiante armado con pistola hirió de gravedad a un compañero en un instituto de Taft, en California; el 15 de enero, un estudiante armado con pistola abrió fuego contra un empleado del Stevens Institute of Business & Arts de San Luis y se disparó posteriormente a sí mismo; también el 15 de enero, dos personas murieron y una tercera resultó herida por un tiroteo en el aparcamiento de un campus del este de Kentucky, al parecer debido a un problema puramente doméstico.