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Otorgan la medalla al mérito a los dos salvadores de la mujer

El ciudadano ecuatoriano que el martes evitó que un hombre matara a su ex pareja en una calle de Barcelona, y al que la Generalitat ha concedido ayer la medalla de bronce al mérito policial, deció volver a su país al no tener trabajo...

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  • El ciudadano ecuatoriano volverá a su país al no encontrar trabajo
El ciudadano ecuatoriano que el martes evitó que un hombre matara a su ex pareja en una calle de Barcelona, y al que la Generalitat ha concedido ayer la medalla de bronce al mérito policial, deció volver a su país, tras 6 años en España, ya que está sin empleo e incluso le están apremiando por el pago de su piso. 

Wilson A. Ribera, de 37 años, que se enteró por la Agencia Efe de que le habían concedido este premio, no dio importancia a la medalla, y aseguró que actuó “por instinto”, aunque se había jurado que nunca más volvería a intervenir en una pelea callejera, ya que en una ocasión estuvo dos días en coma tras recibir un tiro en la cara por defender a un amigo en Ecuador. 

“Esto vale al menos para que la gente se conciencie un poco e intervenga en casos así, aunque este señor no era un maltratador, era un asesino, pero ayer no era la hora de morir de esa chica”, afirmó este ex miembro de la Infantería de Marina, veterano de la guerra en 1995 entre Ecuador y Perú, que dejó el ejército de su país con honores y condecoraciones. 

Este valor hizo que Wilson no se lo pensara dos veces cuando anteayer detuvo el coche en el que circulaba por Barcelona para encararse con un hombre, Jesús María P.A. que estaba acuchillando a su ex pareja en plena calle, y al que golpeó en la cabeza con una herramienta metálica que llevaba en el maletero de su vehículo, con lo que logró que el agresor dejará de ensañarse con la mujer. 

“Los malos tratos son lo peor que puede haber. Cuando una pareja no se lleva lo que tiene que hacer es abrirse y listo”, afirma tajante Ribera, quien confía en que la agredida se recupere de sus heridas y que su acto sirva también para echar por tierra algunos tópicos sobre que los sudamericanos son violentos con sus mujeres: “Este señor (el agresor) es español”, recuerda. 

Para Wilson las leyes en España son poco contundentes contra los maltratadores: “En mi país a una persona como ésta se le mete preso y no sale a los siete días. Pero aquí se tilda de intento de asesinato, cuando, si no hubiéramos intervenido, la chica estaría muerta”. 

A pesar de ser el héroe del día en España, la preocupación de Wilson y su familia va por otros caminos, ya que está sin trabajo, se dedica a la construcción, “como la mayor parte de los inmigrantes”, por lo que se está planteando en serio volver a Guayaquil.

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