En el recinto, dependiente de Cáritas Diocesana, más de 30 voluntarios velan por el bienestar de los hambrientos y desahuciados, ofreciendo servicios de comedor, peluquería, aseo y ducha o asistencia social y psicológica. Una labor que llevan desarrollando en Algeciras desde hace más de 16 años.
Durante los nueve primeros meses del año, 446 personas fueron atendidas por el servicio de comedor, según los datos aportados por el personal del centro. De todas ellas, 383 eran hombres y 63, mujeres.
Un 44,61 por ciento de estos necesitados (199 en total) eran de nacionalidad extranjera, mientras que el resto, 247, eran españoles.
En lo que se refiere a la edad, la proporción mayor es la de adultos con edades comprendidas entre los 40 y 50 años (132), seguidos del colectivo de 50 a 60 años (89), y el de 30 a 40 años (82). 62 de ellos tenían una edad desconocida. Además, medio centenar de jóvenes de entre 18 y 30 años solicitaron los servicios del comedor, así como 19 personas de entre 60 y 70 años, e incluso 12 ancianos ya por encima de los 70.
Entre la relación de extranjeros que recibieron la ayuda del colectivo presidido por Juan de Dios Regordán, el 44,22% (88) eran de nacionalidad marroquí. El siguiente colectivo con mayor demanda de ayuda fue el boliviano, con 12; y el rumano, con 10; y llaman la atención nacionalidades como la francesa y alemana, de países con una situación económica relativamente buena, con siete y ocho casos, respectivamente. Incluso hay un atendido estadounidense. 29 de los demandantes, indocumentados en su mayor parte, no dieron su nacionalidad.
Abastecimiento
El comedor del Padre Cruceyra abre a las 12.00 horas de lunes a vieres con espacio para 60 comensales. En días como ayer, podían verse colas de gente esperando a la hora de apertura del servicio, y cada vez esta cola aumenta más, a causa de la crisis económica. Muchos de ellos van allí cada día, faltos de todo tipo de recursos para subsistir.
Los fines de semana, el comedor no abre, pero reparten bolsas de comida, una el sábado y otra el domingo.
En los pisos superiores de su local, los responsables del comedor cuentan con una amplia despensa (legumbres, latas de conserva, frutas, pasta, aceite, etc). Incluso han llegado a tener nueve jamones, llegados siempre por donaciones, por supuesto.