Si bien varios habitantes de la zona sí conocían con antelación que se iba a cortar el suministro, muchos otros no fueron notificados correctamente y por anticipado de la falta de luz y agua.
El corte se extendió desde pasadas las 8.00 horas hasta cerca de las 17.00 horas de ayer. En ese periodo, cualquier vecino que abriera el frigorífico o el congelador corrió el riesgo de perder parte de los alimentos que allí almacenara al romper la cadena de frío de los aparatos de refrigeración.
Además, muchos otros con vitrocerámica no pudieron cocinar para comer, por lo que se vieron obligados a encargar el almuerzo.
Por lo demás, a distintas horas se formaron varios grupos de vecinos en los portales de los edificios que, provistos de sillas, pasaron la jornada de la mejor, y más fresca, forma posible.
