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Un investigador de 'Faisán' intentó borrar la grabación

El jefe del equipo que iba a realizar en 2006 la operación policial contra el aparato de extorsión de ETA.

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El jefe del equipo que iba a realizar en 2006 la operación policial contra el aparato de extorsión de ETA, y al que después se ordenó investigar el “chivatazo” que la frustró, trató de borrar una conversación grabada en el coche del dueño del bar Faisán de Irún (Guipúzcoa), Joseba Elosua.

Así lo manifestó ayer, según los abogados de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) y de Dignidad y Justicia, personadas como acusación popular en la causa, el comisario jefe accidental de la Unidad Central de Inteligencia (UCI), José C., que declaró como testigo ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, que investiga el “chivatazo” a ETA.

El responsable de la UCI, que elaboró el primer informe sobre el “chivatazo”, explicó ante el juez que el citado responsable policial, Carlos Germán, intentó borrar una conversación captada por la baliza de sonido que Elosua llevaba oculta en su coche y en la que contaba a su yerno que una persona le había advertido en su bar de que le seguían.

El día del “chivatazo”, el 4 de mayo de 2006, había tres o cuatro personas del equipo de Germán en el bar Faisán, según el relato de José C., que añadió que la cinta de vídeo que grabó la entrada del bar -y cuya posible manipulación se está investigando- “estuvo siempre bajo custodia del equipo” dirigido por el primero, han destacado los abogados de las acusaciones.

Por su parte, la defensa de uno de los imputados en la causa, el Jefe Superior de Policía del País Vasco, Enrique Pamiés, aseguró a los periodistas que en su declaración José C. mantuvo que la operación policial desbaratada por el “chivatazo” fue dirigida desde Madrid y no desde San Sebastián.

Esta defensa considera que esta declaración “ha dado un vuelco” a la investigación porque, en su opinión, demuestra que “quien controlaba el operativo -balizas y cámaras del bar Faisán- no era la gente de San Sebastián”.

Además, el responsable de la UCI ratificó ante el juez lo que ya dijo en su informe: que Carlos Germán “fue reticente en diversos momentos” a llevar a cabo la operación policial porque “era una operación que conllevaba riesgos políticos dada la tregua de ETA”.

Por ello, esta defensa cree que la investigación del “chivatazo” no debía haber sido encomendada a este policía.
Además de este testigo, Ruz tomó declaración al inspector jefe de la Sección Operativa de la Brigada Provincial de Información de San Sebastián y a la jefa de la Sección de Análisis de esa misma Brigada en la fecha del “chivatazo”.

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