De lo contrario, podríamos encontrarnos en una situación muy difícil que beneficiaría a los grandes competidores de nuestro puerto como, por ejemplo, Tánger-Med. Lejos de realizar valoraciones acerca de quién tiene la razón y quién es culpable del conflicto surgido entre trabajadores y empresa, ambas partes deben priorizar la paz laborar como principal premisa, y para conseguirlo, quizás sea necesario un esfuerzo de todos por el bien de Algeciras y su puerto.
La actual situación, asegura Landaluce, requiere que todos sin excepción cerremos filas en torno al Puerto ya que nos estamos jugando su futuro y con él buena parte de la economía de nuestra ciudad y la comarca.