Llegó el momento de la despedida de Sergio González, el que hasta el pasado sábado fue entrenador del Cádiz. El acto fue muy emotivo, ya que el entrenador se emocionó y, además, recibió el apoyo del primer equipo.El catalán reconoció haber sido muy feliz en el club y agradeció la confianza que el presidente Manuel Vizcaíno había puesto en él. Tras 17 jornadas sin conseguir la victoria, su tiempo en el conjunto amarillo se agotó y ahora tendrá que buscar nuevos retos profesionales. Eso sí, espera llevarse con él "la losa de 17 partidos sin ganar" tal y como afirmó.
Sergio se va agradecido con todos los que han estado a su lado en esta etapa en el Cádiz y así lo hizo saber al principio de su comparecencia. “Gracias al presidente por confiar en nosotros y te agradezco que me hayas dado mi sitio. También al resto de la directiva. A los jugadores también. Son lo más importante de aquí. Han sido momentos mágicos, que ni en películas se ven esos momentos. Gracias por intentarlo, por pelearlo, con mayor o menor acierto. Hay imágenes que no podremos olvidar como el partido en Vitoria del año pasado, partidos épicos…”, explicó.
Y centrándose en la plantilla, que estuvo presente en la rueda de prensa, también hubo palabras centradas en ellos, ya que según el técnico “el vestuario se ha vaciado, pero muchas veces el fútbol no te da. Esos partidos sin ganar nos ha hecho vernos más pequeños. En diciembre el equipo ha estado a buen nivel, después de Navidad no hemos estado bien pero el acumulado nos ha hecho daño. Deportivamente, los diecisiete partidos sin ganar ha sido una losa muy pesada. Ahora espero que esa losa me la lleve yo”.
Finalmente, se despidió con la cabeza alta. "Nos vamos con la conciencia tranquila. Nos hemos exprimido al máximo, aunque eso no nos ha dado el resultado esperado", sentenció.