El presunto jefe militar de ETA Aitzol Iriondo y sus subalternos Eneko Zarrabeitia Orgin y Aitor Artetxe, detenidos el lunes en Francia, pasarán hoy a disposición judicial, según avanzaron ayer a Efe fuentes de la investigación.
Los tres supuestos etarras, que este miércoles fueron trasladados a París desde dependencias policiales de Bayona en las que permanecieron desde su arresto, están detenidos en la subdirección antiterrorista (SDAT), situada a las afueras de la capital francesa, donde las autoridades han tratado de interrogarles.
Las fuentes precisaron que hoy comparecerán ante un magistrado, probablemente la juez antiterrorista Laurence Le Vert, antes de que concluya el plazo máximo de cuatro días que pueden estar en manos de la Policía.
Ese plazo finaliza hacia las seis de esta tarde (17.00 GMT), hora en la que los tres presuntos miembros de la banda armada fueron detenidos en Gerde, al suroeste de Francia.
Esa pequeña localidad en los pirineos franceses está situada a una 50 de kilómetros de donde fue arrestado, el pasado 17 de noviembre, Mikel Garikoitz Aspiazu Txeroki, hasta entonces jefe de los comandos de la organización terrorista.
REGISTROS
Por otro lado, agentes de la Guardia Civil llevaron a cabo ayer de madrugada registros en diferentes domicilios de las localidades vizcaínas de Getxo y Berango relacionados con las detenciones efectuadas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado el pasado lunes, 8 de diciembre, en la citada localidad guipuzcoana.
En dicha operación fueron detenidos los presuntos miembros de la banda terrorista ETA Ibai Egurrola San Andrés, Amets Ladislao González y Javier Gutiérrez Jiménez. Estos tres terroristas habían escapado de la operación que permitió capturar a Iriondo, Zarrabeitia y Artetxe.
Por su parte, la portavoz de Askatasuna, Oihana Agirre, que permanecía en prisión provisional desde el 5 de octubre del año pasado por orden del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón por pertenecer a ETA, salió ayer en libertad provisional bajo fianza de 12.000 euros.
Fuentes penitenciarias informaron a Efe de que Agirre abandonó alrededor de las 17.00 horas la prisión de Brieva (Ávila), en la que se encontraba desde que fue detenida en San Sebastián el 2 de octubre de 2007 en relación con los incidentes ocurridos el 9 de septiembre anterior a raíz de una manifestación convocada por el movimiento de apoyo a los presos de ETA.
Agirre fue arrestada junto al portavoz de Batasuna Joseba Álvarez, y tres días después de su detención Garzón ordenó el ingreso en prisión de ambos por un delito de pertenencia a ETA.
El magistrado acusó a Álvarez de reincidir en esta integración, al estar ya procesado en el sumario 35/02 –seguido para investigar la subordinación de Batasuna a ETA y la financiación de la banda a través de las herriko taberna–, mientras que a Agirre le imputó este delito por primera vez por participar en ruedas de prensa en nombre de Askatasuna tras haber sido apercibida judicialmente. Garzón motivó la detención de Agirre y Álvarez en que los dos participaron, organizaron, convocaron o indujeron a la manifestación ilegal del 9 de septiembre en apoyo de los presos de ETA, en la que fue detenido el portavoz de Askatasuna Juan María Olano.
Además, consideró que sus últimas actuaciones fueron “coadyuvantes con aquella otra acción violenta” que desarrolla “la vanguardia armada”, es decir, la banda terrorista ETA.
