La comisión de sequía del Tinto- Odiel-Piedras, dependiente de la Junta de Andalucía, anunciaba hace días la decisión de recortar hasta un 50% el agua disponible para los regadíos, una medida que entrará en vigor el 15 de noviembre. Y ese día, precisamente, el campo onubense acaba de anunciar un paro, si no se logra un acuerdo antes, para hacer ver que esa restricción supondría una “catástrofe” para el sector.
Representantes de Freshuelva, la Asociación de Citricultores de la Provincia de Huelva, UPA, Asaja, Cooperativas Agro-Alimentarias de Huelva y la Asociación de Comunidades de Regantes de Huelva (Corehu) han comparecido este martes ante la prensa para anunciar las acciones a llevar a cabo tras ese anuncio el recorte de agua y poner sobre la mesa sus reivindicaciones.
“Este recorte del 50% nos hunde, la agricultura de Huelva depende del agua que nos quieren reducir, sin ella se hundiría nuestro sector, sería una situación insostenible”. Así de claro se ha manifestado Francisco Gómez, presidente de Freshuelva, que ha recordado que con la restricción actual del 25% ya han tenido que finalizar antes la pasada campaña, con las pérdidas que ello conlleva.
Por ello, ha adelantado que el 15 de noviembre el campo onubense tiene planteado un paro y una manifestación, aún por definir, para pedir que al menos la reducción de agua para el riego no aumente y se quede en el 25%. “Somos conscientes de la situación de sequía, pero tenemos que buscar alternativas que nos hagan ser sostenibles en esta situación”, ha indicado al respecto.
Por su parte, Lorenzo Reyes, presidente de los citricultores onubenses, ha detallado las principales reivindicaciones del sector. La primera, e inmediata, es aplicar una demora a esa restricción de agua del 50%, de forma que no entre en vigor hasta el 1 de enero de 2024, con la confianza de que no se lleve afecto tras la previsión de un otoño lluvioso.
Y en cuanto a infraestructuras hídricas, reclaman la toma de la Presa del Andévalo, solo a falta de aprobación por parte del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía; la toma del Piedra; eliminar las restricciones de los bombeos del Bocachanza en el marco del Convenio de Albufeira; aprovechar los 20 hectómetros cúbicos de agua embalsa en el embalse del Sancho; ejecutar las obras de ampliación de las instalaciones de bombeo y almacenamiento de Bocachanza 2; finalizar la Presa de Alcolea; y construir las de Coronada o Pedro Arco.
Y en cuanto a infraestructuras hídricas, reclaman la toma de agua de la presa del Andévalo, declarada de emergencia en el Plan Andaluz de Sequía (solo falta la aprobación por parte de la Junta); la toma del Piedras, pendiente de culminar el diálogo iniciado a nivel de explotación; y en que acuíferos en buen estado se autorizace a las comunidades de regantes la prospección y uso temporal de sondeos de emergencia solicitados conforme al Plan Andaluz de Sequía.
En cuanto al Bocachanza, apuntan que “hay que sincronizar digitalmente la explotación entre Huelva y Portugal del Guadiana para aprovechar más agua y de mejor calidad”.
También apuestan por “aprovechar los 20 hm3 del agua embalsada en el Sancho”, así como, tras la aprobación del Plan Hidrológico Tinto, Odiel, Piedras + Chanza, modificar el Plan Andaluz de Sequía "eliminando las restricciones al uso eficiente de los bombeos de Bocachanza”.
En relación al Convenio de Albufeira apuntan que hay que “normalizar la situación de Bocachanza con motivo de su 25 aniversario y autorizar la cesión de derechos de agua a usuarios de Huelva, que se ejecuten las obras de ampliación de las instalaciones de bombeo y almacenamiento Bocachanza II declarada de interés general en la Ley de PHN”.
Por último urgen a “finalizar la obra de Alcolea, que lleva paralizada seis años, a pesar de tener la DIA aprobada y Convenio de regulación”, así como hacer la encomienda de gestión a la Junta; y reclaman la construcción de las presas de Coronada, Pedro Arco y Corunjoso, “declaradas de interés general y esperadas desde 2001”, y que se ejecuten las obras del Anillo Hídrico del Condado.
Ahora van a informar a los agricultores de cara a la movilización del 15 de noviembre, aunque insisten en que están “abiertos al diálogo” y confían en que se responda a sus demandas y se logre una solución.
